Matemático de profesión, el artista holandés Jan van Eden conoce a la perfección las consecuencias que la actual crisis económica está teniendo en la sociedad occidental. Una quiebra de valores y estructuras que se repite con demasiada frecuencia, pero como dice el refrán: «el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra».
La herencia del pasado se está cobrando su factura en el presente y la sociedad actual tiene que hacer frente a problemas que vienen de lejos, pero que pese a ser pasados están desbordando la capacidad de reacción actual y se han convertido en un verdadero quebradero de cabeza en la actualidad. «Ecos del pasado» es el certero título que van Eden ha escogido para una muestra que combina a la perfección pintura y fotografía. El eje central sobre el que se construye la exposición es la idea de que la historia siempre se repite. No es la primera crisis económica que sufre el mundo y son muchos los expertos que han relacionado la actual quiebra del sistema con la crisis que se vivió en los años 20 del pasado siglo.
A través de esta exposición, que se exhibe hasta el próximo 8 de mayo en la Sala CAI Luzán de Zaragoza, el matemático hace una profunda crítica a la sociedad actual, hombres y mujeres que no aprenden de errores anteriores y rememoran una y otra vez los ecos del pasado. Una sociedad que viaja sin rumbo conocido y que tiene que pararse a pensar cúal es el destino que quiere vivir. Van Eden reflexiona sobre la quiebra social y lo hace a través de una mirada expresionista y punzante, y de una técnica muy personal, que combina pintura y fotografía y que retuerce esta última hasta encontrarle su sentido pictórico. La exposición refleja otra realidad, la que hoy sufre la sociedad después de una etapa en la que sólo se podía pensar en términos de crecimiento y prosperidad y que ahora se enfrenta a problemas que son un eco del pasado.
Sus trabajos muestran ambientes urbanos, con personajes que se mueven por calles, andenes, aeropuertos, cafés o fábricas, con prisa y sin pausa, sin un fin claro y con miles de sueños en la mente, pero con falta de grandes dosis de realidad. La mayor parte de sus personajes son figuras anónimas. A pesar de todo, en algunas ocasiones se producen sorprendentes encuentros, como en la obra «La inercia de Gloria», en la que Newton observa a Gloria Swanson en el Gran Café Pamplona.
Jan van Eden es un pintor autodidacta, ya que su formación académica se centró en las Matemáticas y las Ciencias Naturales. Trabajó como geólogo en África, América Latina y Oriente Próximo. Expuso por primera vez en 1972 y desde 1985 se dedica de lleno al arte, que concibe como un medio de denuncia útil para influir en la realidad. En sus cuadros, las personas no sonríen, aparecen abstraídas o atareadas, y en ocasiones miran directamente al espectador.
Ha recogido temas como el atentado terrorista contra el World Trade Center, el hambre en un entorno de subdesarrollo o la violencia de género. Temas actuales en los que se esconde una crítica al modo de vida de la sociedad occidental del momento. En los últimos años se basa, como punto de partida, en la fotografía para reflejar sentimientos de naufragio, heridas causadas por la ira y la sinrazón, utilizando el arte como medio para concienciar y transformar el mundo.
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