Primero admitió la «sobrecarga» de trabajo en los centros educativos asturianos y, acto seguido, anunció soluciones. El consejero de Educación y Ciencia del Principado, José Luis Iglesias Riopedre, retrocedió ayer posiciones y avanzó una batería de medidas encaminadas a «que el malestar sea menor» y a que «la gente se sienta menos agredida».
El paquete presentado por Riopedre durante una entrevista concedida a Punto Radio consta exactamente de tres puntos. El primero de ellos consiste en que la Consejería recortará los contenidos de la evaluación de diagnóstico a la que deberán someterse 15.000 alumnos de 4º de Primaria y 2º de la ESO a finales del mes próximo.
En concreto, las pruebas de Primaria serán las de competencia social y ciudadana, la denominada 'aprender a aprender' y la de idioma, de forma que se suprimen las de castellano, matemáticas e interacción en el mundo físico. De seis a tres en un plumazo.
En Secundaria se mantienen las pruebas en competencia en castellano e idioma, matemáticas y conocimiento e interacción con el mundo físico y desaparecen los exámenes de competencia cultural y artística y en autonomía e iniciativa personal.
La segunda iniciativa para aligerar de presión laboral a los docentes y aplacar de paso los ánimos del profesorado es retrasar todas las convocatorias de proyectos pedagógicos para el curso 2009-2010. «Vamos a dejarlas para junio y las haremos a través de formato telemático», explicó.
Y finalmente la tercera medida prevista es que «los centros de Primaria que consideren que necesitan un apoyo para pasar los cuestionarios al ordenador, podrán solicitar ayuda» a la consejería, «que les pondrá un administrativo», dijo Riopedre en relación a que, entre este mes y hasta mayo, hay ocho evaluaciones previstas en los centros educativos asturianos que deben ser luego sistematizadas.
En cuanto al curso previo dirigido a los docentes encargados del examen puntualizó: «No es un tratado de 600 páginas, sino de 130, y hoy lo concluye el 84% del profesorado que lo había iniciado».
Hasta ahí, las propuestas, porque Riopedre dedicó el resto de la entrevista a defender sus posturas en los asuntos que ocupan y preocupan en su Consejería.
El primero fue el examen a la que se someterá al profesorado de la pública, entre quienes, según el consejero, «no hay cultura de evaluación» y por eso su plan «está encontrando resistencia».
«Después de muchas reuniones no pueden decir que no se les ha escuchado», dijo el titular de Educación, que negó la mayor: «La Mesa General ha rechazado que haya una sectorial. Por lo tanto, yo no puedo negociar con los sindicatos. Yo puedo hacerlo todo menos crearla».
Además, apuntó, «ya se han cambiado muchas cosas» siguiendo una máxima: «Obsesión por la objetividad». Y por eso, apuntó, «si los directores de los centros no tienen documentación objetiva, no tienen por qué contestar».
«Estamos en fase experimental. Todavía no hay consecuencias prácticas», aseveró asimismo el consejero, que cree que «muy poquitos docentes pueden tener temor a suspender esta evaluación».
También entró a valorar la retirada de los conciertos a los colegios que segregan a sus alumnos por sexos: «No voy a retirar nada. Simplemente he firmado una resolución que cita un párrafo de la Constitución que habla de la no discriminación», zanjó antes de que cayese la pregunta inevitable: los rifirrafes periódicos con el diputado de IU-BA-LV Francisco Javier García Valledor.
Riopedre no entiende de dónde viene la mala relación con su «antiguo compañero de partido»: «Yo con él nunca me he metido». Aunque lo intuye: «Valledor no se siente a gusto en la IU actual. Y menos en un Gobierno de coalición».
El paquete presentado por Riopedre durante una entrevista concedida a Punto Radio consta exactamente de tres puntos. El primero de ellos consiste en que la Consejería recortará los contenidos de la evaluación de diagnóstico a la que deberán someterse 15.000 alumnos de 4º de Primaria y 2º de la ESO a finales del mes próximo.
En concreto, las pruebas de Primaria serán las de competencia social y ciudadana, la denominada 'aprender a aprender' y la de idioma, de forma que se suprimen las de castellano, matemáticas e interacción en el mundo físico. De seis a tres en un plumazo.
En Secundaria se mantienen las pruebas en competencia en castellano e idioma, matemáticas y conocimiento e interacción con el mundo físico y desaparecen los exámenes de competencia cultural y artística y en autonomía e iniciativa personal.
La segunda iniciativa para aligerar de presión laboral a los docentes y aplacar de paso los ánimos del profesorado es retrasar todas las convocatorias de proyectos pedagógicos para el curso 2009-2010. «Vamos a dejarlas para junio y las haremos a través de formato telemático», explicó.
Y finalmente la tercera medida prevista es que «los centros de Primaria que consideren que necesitan un apoyo para pasar los cuestionarios al ordenador, podrán solicitar ayuda» a la consejería, «que les pondrá un administrativo», dijo Riopedre en relación a que, entre este mes y hasta mayo, hay ocho evaluaciones previstas en los centros educativos asturianos que deben ser luego sistematizadas.
En cuanto al curso previo dirigido a los docentes encargados del examen puntualizó: «No es un tratado de 600 páginas, sino de 130, y hoy lo concluye el 84% del profesorado que lo había iniciado».
Hasta ahí, las propuestas, porque Riopedre dedicó el resto de la entrevista a defender sus posturas en los asuntos que ocupan y preocupan en su Consejería.
El primero fue el examen a la que se someterá al profesorado de la pública, entre quienes, según el consejero, «no hay cultura de evaluación» y por eso su plan «está encontrando resistencia».
«Después de muchas reuniones no pueden decir que no se les ha escuchado», dijo el titular de Educación, que negó la mayor: «La Mesa General ha rechazado que haya una sectorial. Por lo tanto, yo no puedo negociar con los sindicatos. Yo puedo hacerlo todo menos crearla».
Además, apuntó, «ya se han cambiado muchas cosas» siguiendo una máxima: «Obsesión por la objetividad». Y por eso, apuntó, «si los directores de los centros no tienen documentación objetiva, no tienen por qué contestar».
«Estamos en fase experimental. Todavía no hay consecuencias prácticas», aseveró asimismo el consejero, que cree que «muy poquitos docentes pueden tener temor a suspender esta evaluación».
También entró a valorar la retirada de los conciertos a los colegios que segregan a sus alumnos por sexos: «No voy a retirar nada. Simplemente he firmado una resolución que cita un párrafo de la Constitución que habla de la no discriminación», zanjó antes de que cayese la pregunta inevitable: los rifirrafes periódicos con el diputado de IU-BA-LV Francisco Javier García Valledor.
Riopedre no entiende de dónde viene la mala relación con su «antiguo compañero de partido»: «Yo con él nunca me he metido». Aunque lo intuye: «Valledor no se siente a gusto en la IU actual. Y menos en un Gobierno de coalición».
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