viernes, 20 de marzo de 2009

Las chicas estudian mejor sin chicos


Las chicas que estudian en clases a las que sólo asisten otras chicas tienen mejor rendimiento académico en Secundaria que las que lo hacen con chicos en clases mixtas. Así lo ha confirmado un amplio estudio realizado en el Reino Unido, país en el que la generalizada coeducación convive con una tradicional presencia de centros exclusivamente masculinos o femeninos, también en el sector público.
Esa diferencia se explica por el hecho de que se evitan las distracciones que a esas edades puede suponer el sexo opuesto, por la falta de coacción ambiental, por no destacar en materias que en ocasiones las mismas chicas consideran más masculinas (ciencias, física y matemáticas) y por la mayor autoconfianza que entre las alumnas genera el hecho de no estar siendo observadas por compañeros.
Beneficios: Los beneficios de la enseñanza en clases de un solo sexo han sido ya apuntados por numerosos estudios, sobre todo en el caso de la educación separada de las chicas. El informe elaborado ahora por la «Guía de las buenas escuelas» viene a corroborar esto con una de las investigaciones más amplias realizadas hasta la fecha entre 700.000 alumnas de escuelas públicas (no se han considerado las escuelas privadas por si cuestiones socioeconómicas pudieran alterar la comparación). En el Reino Unido hay 221.000 chicas y 160.000 chicos que estudian en centros de Secundaria de un solo sexo, dentro de una población escolar pública de 3,5 millones de estudiantes.
La ventaja sobre la coeducación, según las conclusiones del informe, viene marcada sobre todo por el rendimiento escolar de las chicas que comienzan Secundaria en una posición académica débil: si van a clase con personas de su mismo sexo pueden esquivar el fracaso escolar y además acabar el ciclo formativo en buena posición. Por lo que se refiere a la educación exclusivamente para chicos, las diferencias que se aprecian no son tan destacadas y concluyentes.
La comparación se estableció entre 71.286 estudiantes de colegios femeninos y 647.942 alumnas de centros mixtos, con el análisis de las notas obtenidas entre 2005 y 2007. Además se tuvieron en cuenta la situación económica de sus familias y el grado educativo alcanzado por sus padres. Todo ello determinó el Valor Contextual Añadido (CVA, en sus siglas inglesas).
Las chicas que, habiendo obtenido notas medias en Primaria y comienzan la Secundaria en centros en los que sólo hay alumnas, terminan sus estudios con un CVA seis veces superior al obtenido por las que van a colegios mixtos. Quienes tienen mejores notas a los 11 años, si van a centros de Secundaria mixtos, cuando tienen 16 años obtienen peores resultados, con un CVA de -0,5. En cambio, si van a aulas sólo con chicas, el CVA final es de 2,8.
La diferencia mayor se observa en las niñas que a los 11 años tienen malas notas: si van a un centro mixto, logran un CVA de -10, mientras que si van a un colegio femenino la calificación es de 17.
Para Jill Berry, presidenta de la Asociación de Escuelas de Chicas, en centros de un solo sexo «las chicas tienen más autoconfianza, y es más probable que hablen por sí mismas y se presenten voluntarias para hacer cosas delante de las demás porque están menos preocupadas por lo que los chicos piensan de ellas».
Sue Dunford, directora de un centro de chicas, también explica que entre sus alumnas está bien visto «ser muy buena en cualquier materia, incluidas las matemáticas, las ciencias y la física; nadie te pregunta por qué te gustan cosas de chicos».

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