viernes, 27 de marzo de 2009

"Nobel" de las matemáticas al científico ruso-francés, Mijaíl L. Grómov


Mijaíl Grómov piensa constantemente en nuevas ideas para resolver viejos problemas”, afirmó el comité de la Academia de las Ciencias y las Letras de Noruega, al anunciar el nombre del ganador del Premio Abel 2009. “Grómov ha producido un trabajo original y profundo a lo largo de su carrera y sigue siendo notablemente creativo. Su obra seguirá siendo una fuente de inspiración para futuros descubrimientos matemáticos”, destaca el fallo del jurado.

El matemático ruso de 65 años, nacionalizado francés, es conocido por sus importantes contribuciones a numerosos campos de las matemáticas y fue premiado por sus contribuciones revolucionarias a la geometría y por sus ideas, que han abierto nuevas perspectivas en otras áreas de las matemáticas. El comité noruego destaca que Grómov ha desempeñado un papel decisivo en la creación de la geometría Riemanniana moderna, y que sus soluciones a problemas de geometría global se basan en conceptos generales nuevos, como la convergencia de variedades riemannianas y un teorema de compacidad que llevan ahora su nombre.

Investigador en París: Nacido el 23 de diciembre de 1943 en Boksitogorsk, entonces la Unión Soviética, Grómov se licenció y doctoró en la Universidad de Leningrado, donde trabajó como profesor asistente entre 1967 y 1974. Desde 1982 es profesor del Instituto de Estudios Científicos Superiores de Bures-sur-Yvette, al sur de París, un centro dedicado a la investigación matemática, física y de disciplinas afines, que permite a académicos destacados dedicarse por completo a la investigación científica, sin que asuman obligaciones docentes ni administrativas.
Grómov es uno de los cinco profesores permanentes que han sido nombrados por el director de dicho instituto, en consideración a la profundidad y amplitud de sus trabajos así como su potencial de evolución. El cargo es vitalicio por recomendación del comité científico de la institución.
La geometría ha experimentado un cambio revolucionario durante los últimos 50 años, en buena parte gracias a las contribuciones de Grómov. Por ello ha sido distinguido con numerosos galardones internacionales, como el Premio Kyoto de Ciencias Básicas (2002), el Balzan (1999), el Leroy P. Steele (1997), el Lobachevski (1997) y el Wolf (1993), entre otros.
Al darse a conocer la noticia a mediodía de ayer, hora noruega, Grómov se encontraba en Nueva York, donde pronunciaría una conferencia en el Courant Institute of Mathematics. El científico ha sido invitado a impartir conferencias en numerosos Congresos Internacionales de Matemáticas, como en Niza (1970), Helsinki (1978), Varsovia (1982) y Berkeley (1986). También es miembro extranjero de la US National Academy of Sciences y de la American Academy of Arts and Sciences.
El premiado recibirá de manos del rey Harald V de Noruega el galardón dotado de 6 millones de coronas noruegas (700.000 euros) en una ceremonia prevista el próximo 19 de mayo en la Universidad de Oslo. El Premio Abel fue establecido en el 2002 por el gobierno noruego en memoria del matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829), y cuenta con un comité compuesto por cinco matemáticos reconocidos a nivel mundial, que son los que designan al galardonado cada año.
El premio "Abel" se denomina así en recuerdo del matemático noruego Niels Henrik Abel (1802-1829), y fue establecido por el Parlamento noruego en 2002. El "Comité Abel", compuesto por cinco matemáticos reconocidos internacionalmente, es el encargado de elegir cada año al ganador. Gromov sucede en el palmarés del premio al estadounidense John Griggs Thompson y el francés Jacques Tits, distinguidos el año pasado por sus logros en el campo del álgebra y en particular por sentar las bases de la moderna teoría de grupos.

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