Se trata del docente Hugo Tomás Ramírez Sosa quien cumple una condena de 21 años por el homicidio y el descuartizamiento de una joven estudiante. El curso lo realizó con clases presenciales y también por Internet, herramienta que utilizan los internos del programa Libertad para estudiar. Actualmente dos funcionarios de la penitenciaría y seis internos, entre los que también se encuentra Ramírez, cursan el segundo año de la carrera Derecho por Internet. El diploma que recibió emocionado el docente es por un curso de matemáticas que tuvo la duración de un año y se realizó con ayuda del Ministerio de Educación y Cultura, la Organización de Estados Iberoamericanos y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
El interno afirmó que esta es la forma en que se puede demostrar que las personas que se encuentran privadas de su libertad pueden cambiar para bien. Ramírez afirma que muchos de sus amigos desaparecieron cuando fue acusado por un terrible crimen, pero quiere demostrar que es un ser humano que se equivocó y que puede cambiar su vida. De los más de 3.000 internos de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, más de 500 forman parte del programa de reintegración social, administrado por la Iglesia Menonita.“Que la sociedad vea que sí se puede cambiar acá. Muchos amigos nunca han venido a visitarme acá, porque a lo mejor creen que me van a encontrar tirado, perdido, muchos me dicen -no quiero irme-, y quiero demostrarles que esta es una oportunidad: Este es un campo fértil donde uno puede desarrollar su creatividad, yo quiero hacer el bien. Pienso que los errores del pasado, ya he tenido suficiente tiempo para meditar y apuntar a un objetivo bien determinado y no salir de eso. No tengo otra oportunidad, no puedo fallar y mis hijos me esperan afuera”, dijo Ramírez.
Ramírez confesó que le llevó un año y medio adaptarse cuando llegó a la cárcel de Tacumbú, pero que posteriormente comenzó a ejercer la docencia con sus compañeros. Al tiempo aparecieron los programas impulsados por la iglesia menonita y no dudó en trabajar en los nuevos proyectos.“Nosotros estamos haciendo autogestión para que nuestro conocimiento pueda llegar a través de las aulas a los diferentes estamentos de la población penal. Particularmente estoy muy agradecido a Dios por ese privilegio, actualmente estoy trabajando arduamente dentro del programa. Soy administrador del programa de reintegración social, aparte de eso estudio y yo soy economista, soy máster en economía”, afirmó.
El interno también lamentó la falta de apoyo gubernamental en los proyectos que realmente pueden reinsertar a los internos nuevamente a la sociedad y comentó que con sus compañeros están preparando un programa a corto plazo denominado “Puente” que ayudará a las personas que quedan en libertad. “Muchos dicen: acá se convierte, cambia, pero sale afuera y delinque nuevamente, pero delinquen porque la sociedad les rechaza, se va buscar trabajo le rechazan, su familia le rechaza y se siente un extranjero, entonces queremos trabajar también con esa gente que sale”, explicó el multifacético interno.
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