"Queremos matemáticas de las tuyas", le dicen los alumnos y alumnas del Colegio Divino Maestro a Charo González y ella les plantea el primer problema: "Mamá baña a sus cuatro hijos pequeños mientras papá ve un partido de fútbol, si tarda 15 minutos en bañar a cada niño, ¿cuántas horas tardará en bañar a los cuatro?". Los alumnos se centran en resolver el problema sin cuestionar el caso, porque ellos están hartos de ver este supuesto en su entorno familiar, aunque el problema no acaba ahí: "Nombra tres cosas que papá podría haber hecho mientras mamá bañaba a sus hijos", lanza la maestra provocando un acalorado debate entre los niños y niñas. Charo trabaja desde hace 20 años con niños y niñas con necesidades educativas especiales que tienen muchas carencias afectivas y sociales, lo que se traduce en una gran desmotivación en el aula. Ante esta situación, la pedagoga decidió crear ella misma unos problemas matemáticos que aborden situaciones de la vida cotidiana y enseñarles no sólo la asignatura, sino también introducirles en las habilidades sociales.
Así nacieron sus Matemáticas Transversales, cuya tercera edición no ha perdido ni un ápice de frescura. "La Asociación Amigos del Sahara se ha movilizado para recoger material escolar y sanitario que pueda ayudar al pueblo saharaui: 1290 kg. de lápices, 309 toneladas de papel... Calcula los kilos de material que recibirán. Descubre [incluye una sopa de letras] tres necesidades básicas del Sahara". Y los niños rodean vivienda, hospital y agua.
Gracias al boca a boca, este libro de texto (Grupo Universitario) dirigido a alumnado de quinto y sexto de Primaria está siendo demandado por un profesorado que está harto de enseñar la asignatura con ejemplos clásicos. Problemas reales de un entorno más cercano que abordan la xenofobia, el tabaquismo, las guerras o fomentan valores democráticos, la igualdad, solidaridad, ecología, hábitos saludables, etc.
Estos ejercicios se transforman en un taller en clase, pues obliga a los niños a dar respuesta no sólo al problema matemático sino también a cuestiones sociales; y les prepara, entre otras cosas, ante casos de maltrato, que son muy comunes entre los menores con necesidades especiales.
"Si quiero tratar el tema de la inmigración -continúa Charo-, dado que cada vez hay más alumnos extranjeros en las aulas, les planteo lo siguiente", y vuelve al libro: "En un invernadero trabajan 16 personas, 6 de raza blanca y 10 de raza negra. Los primeros trabajan 8 horas cada día y perciben un salario de 50 euros diarios, mientras que los segundos trabajan 12 horas y cobran 3 euros la hora. ¿Cuál será el sueldo del primer grupo? ¿Y del segundo? Compara y opina, ¿te parece justa esta forma de pago?".
En ocho años, esta maestra ha puesto en la calle 28 publicaciones que fomentan la educación en valores, unas herramientas que son muy demandadas en los centros educativos españoles, sobre todo en las Islas Canarias, y recientemente en Suramérica. En la Península reclaman a González de multitud de centros de profesorado y es convocada para dar charlas en universidades a los futuros maestros y pedagogos; sin embargo, su apuesta por defender la igualdad de sexos triunfa también entre las principales asociaciones feministas del país.
"Los valores de la igualdad son los más difíciles de trabajar en el aula", concluye esta granadina y no se refiere únicamente a la igualdad entre un hombre y una mujer. Educar entre un alumnado heterogéneo: Síndrome de Down, autistas y niños con discapacidades psíquicas de diversa índole le ha hecho presenciar situaciones muy duras y crueles. "Aceptar las diferencias entre los propios compañeros cuesta mucho y concienciar a los más jóvenes de que las diferencias son un valor que nos enriquece a todos es complicado en la sociedad actual", dice González.
"La escuela está muy necesitada del trabajo en valores, sin menospreciar el contenido curricular", apunta esta granadina que es partidaria de hacer reflexionar a los alumnos y alumnas en un diálogo continuo a través de los libros de texto y de cuentos que ella misma escribe. Este curso ha editado su último trabajo, Manolo el extraterrestre, una unidad educativa para los niños de segundo ciclo de Infantil que tiene como protagonista a "un ser extraño y diferente" que se cuela en el aula para demostrar a los más pequeños que "al aceptarnos unos a otros valoramos la diversidad de este mundo" y contribuimos a hacer de las aulas auténticos espacios de paz".
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