Esta semana ha habido revuelo en las aulas de los más de 300 colegios e institutos navarros. Los alumnos de 4º de Primaria y de 2º de Secundaria se sometieron durante dos días a unas nuevas pruebas, creadas por el departamento de Educación, para evaluar el nivel del alumno, del centro y del sistema educativo en su conjunto. No obstante, no está previsto que trasciendan los resultados, más allá de una valoración conjunta referida al grueso de la educación navarra.
Se pretende, así, evitar que surjan listados de centros mejores o peores en calidad, que no hacen sino etiquetar a los colegios e institutos. Los datos definitivos se usarán, en cambio, para programas de mejora en aquellos aspectos en los que se vean debilidades entre el alumnado.
Las pruebas, obligatorias para los 6247 alumnos navarros matriculados este curso en 4º de Primaria y los 5882 de 2º de ESO, analizaban distintos aspectos. En concreto, para Primaria se establecieron dos exámenes: comprensión lectora y Matemáticas. Para Secundaria, en cambio, las competencias evaluadas fueron cinco: lectura, Matemáticas, Ciencias, expresión escrita e Inglés.
Las únicas personas que no realizaron la prueba fueron los escolares con discapacidad psíquica o sensorial y aquellos estudiantes que se incorporaron tarde al curso y no tienen suficientes conocimientos de castellano como para seguir los exámenes.
Las pruebas han sido elaboradas por el propio departamento de Educación, e incluyen preguntas abiertas (para que el alumno conteste lo que crea oportuno) y otras cerradas (tipo test, donde hay que elegir entre las distintas opciones que se ofrecen).
Los exámenes han corrido a cargo de profesores que no trabajan habitualmente con esa clase aunque serán los propios tutores o el conjunto del equipo docente quienes corrijan y evalúen parte de las preguntas, siguiendo los criterios marcados por el departamento. Educación hará lo propio con otra parte y revisará la puntuación marcada por los centros.
Las calificaciones se establecen en niveles, del 1 al 3, aunque se ha habilitado uno más: el nivel 3+. El nivel 1 recogerá a aquellas personas que tienen dificultades para realizar correctamente las pruebas. El nivel 2, a quienes, aún resolviendo los problemas, tienen todavía algunas debilidades. Y el nivel 3 corresponderá a quienes se desenvuelven bien en todas las tareas propias de su nivel escolar. Por último, el 3+ se reserva para aquellos estudiantes que superan con creces las exigencias de las pruebas.
Una vez finalizada la corrección, Educación elaborará un informe relativo al centro y remitirá los resultados individuales de cada alumno, que, a su vez, serán entregados a los padres de los estudiantes en el mes de junio. Esto se hará a través de una reunión con el tutor, en la que se tratarán los puntos débiles y fuertes de ese alumno con relación al conjunto de la clase. No obstante, estos datos nada tienen que ver con las calificaciones finales que el estudiante vaya a obtener en ese curso, ya que sólo harán referencia a algunas materias concretas y no a todas las que integran el currículo del curso.
El objetivo que se persigue con esta evaluación (que hasta ahora se hacía en 6º de Primaria) es saber el nivel que tienen los alumnos y seguir su evolución a lo largo de su vida escolar. Es por ello que se ha modificado el curso, de 6º a 4º, para poder aplicar líneas de mejora dentro del mismo ciclo educativo; y, además, se ha establecido esta misma prueba en 2º de Secundaria, cuando antes no existía, para poder analizar al mismo alumno varios años después.
Las únicas personas que no realizaron la prueba fueron los escolares con discapacidad psíquica o sensorial y aquellos estudiantes que se incorporaron tarde al curso y no tienen suficientes conocimientos de castellano como para seguir los exámenes.
Las pruebas han sido elaboradas por el propio departamento de Educación, e incluyen preguntas abiertas (para que el alumno conteste lo que crea oportuno) y otras cerradas (tipo test, donde hay que elegir entre las distintas opciones que se ofrecen).
Los exámenes han corrido a cargo de profesores que no trabajan habitualmente con esa clase aunque serán los propios tutores o el conjunto del equipo docente quienes corrijan y evalúen parte de las preguntas, siguiendo los criterios marcados por el departamento. Educación hará lo propio con otra parte y revisará la puntuación marcada por los centros.
Las calificaciones se establecen en niveles, del 1 al 3, aunque se ha habilitado uno más: el nivel 3+. El nivel 1 recogerá a aquellas personas que tienen dificultades para realizar correctamente las pruebas. El nivel 2, a quienes, aún resolviendo los problemas, tienen todavía algunas debilidades. Y el nivel 3 corresponderá a quienes se desenvuelven bien en todas las tareas propias de su nivel escolar. Por último, el 3+ se reserva para aquellos estudiantes que superan con creces las exigencias de las pruebas.
Una vez finalizada la corrección, Educación elaborará un informe relativo al centro y remitirá los resultados individuales de cada alumno, que, a su vez, serán entregados a los padres de los estudiantes en el mes de junio. Esto se hará a través de una reunión con el tutor, en la que se tratarán los puntos débiles y fuertes de ese alumno con relación al conjunto de la clase. No obstante, estos datos nada tienen que ver con las calificaciones finales que el estudiante vaya a obtener en ese curso, ya que sólo harán referencia a algunas materias concretas y no a todas las que integran el currículo del curso.
El objetivo que se persigue con esta evaluación (que hasta ahora se hacía en 6º de Primaria) es saber el nivel que tienen los alumnos y seguir su evolución a lo largo de su vida escolar. Es por ello que se ha modificado el curso, de 6º a 4º, para poder aplicar líneas de mejora dentro del mismo ciclo educativo; y, además, se ha establecido esta misma prueba en 2º de Secundaria, cuando antes no existía, para poder analizar al mismo alumno varios años después.
No hay comentarios:
Publicar un comentario