Con la intención de sumar propuestas para una mejor enseñanza escolar de las ciencias matemáticas, se realizó en la Facultad de Humanidades y Ciencias (FHUC) de la Universidad Nacional del Litoral (Argentina) la conferencia “Características de la Actividad Matemática Escolar”, a cargo del profesor Horacio Itzcovich, docente de la Universidad de Buenos Aires y especialista en la problemática de las ciencias exactas en la escuela.
La conferencia se dio en el marco del Proyecto de Extensión denominado “Recuperación y articulación de experiencias pedagógicas en lengua y matemática”. Este trabajo se desarrolla desde 2007 en escuelas de la región y en él participan más de 90 docentes de los niveles primario, secundario y terciario.
Este proyecto se lleva adelante con el objetivo principal de implementar acciones que promuevan una mejor comprensión de las problemáticas sobre la enseñanza y el aprendizaje de la matemática; trabajar en la conceptualización, análisis y elaboración de materiales didácticos, además de formar una red de profesores interesados en el tema.
Matemática y juego: Para Itzcovich, recurrir a algún recurso lúdico-didáctico para introducir a los chicos en la matemática es una buena estrategia pedagógica sobre la que los docentes podrían apoyarse. Pero hace una salvedad: “Si el juego se perpetúa, el alumno va a seguir queriendo jugar y ganar. Y se desplaza del objetivo, que es pensar en términos matemáticos. El docente debe lograr hacer salir del lugar del juego y ponerlo (al alumno) en la situación de pensar sobre el juego. Recién ahí se va a poder generar primer pensamiento racional sobre una fórmula matemática”, explicó.
“Mientras los chicos que juegan lo hacen para ganar, es necesario lograr que piensen sobre lo que están haciendo, sobre la mecánica del juego y hacia adonde va éste, que es la operación matemática en sí misma -agregó Itzcovich-. Si logramos que el alumno deje de jugar para pensar en el juego en sí mismo, éste podrá hacer una reflexión sobre la operación matemática, y empezar a pensarla desde otro nivel de representación”.
Codificación/ decodificación: La enseñanza de la matemática implica una traducción, esto es, cómo se decodifica un elemento que nos viene en un formato cualquiera (como juego juego, enunciado, consigna, etc.) a un formato matemático. El concepto de representación mental aparece aquí como una cuestión clave. “Da lugar a los niveles de reflexión y ensayo-error sobre la matemática, un primer paso importante para entender la disciplina desde la edad escolar”, afirmó el especialista.
“A los procesos de representación mental de los alumnos se los debe apuntalar con representaciones gráficas. los ejemplos ayudan mucho también. La representación mental de cada problema matemático es como la cocina de la matemática: ahí ésta se empieza a entender”, destacó.
Por último, Itzcovich opinó que “los docentes deben ser concientes y explícitos sobre esas representaciones de los alumnos, estar predispuestos a entender cómo trabaja el alumno sobre un problema matemático. Si pueden anticiparse a esos recorridos, a los trayectos mentales y luego escritos a partir de los cuales los alumnos va a realizar ciertas representaciones, podremos ayudarlos más y mejor en entender la matemática”.
La conferencia se dio en el marco del Proyecto de Extensión denominado “Recuperación y articulación de experiencias pedagógicas en lengua y matemática”. Este trabajo se desarrolla desde 2007 en escuelas de la región y en él participan más de 90 docentes de los niveles primario, secundario y terciario.
Este proyecto se lleva adelante con el objetivo principal de implementar acciones que promuevan una mejor comprensión de las problemáticas sobre la enseñanza y el aprendizaje de la matemática; trabajar en la conceptualización, análisis y elaboración de materiales didácticos, además de formar una red de profesores interesados en el tema.
Matemática y juego: Para Itzcovich, recurrir a algún recurso lúdico-didáctico para introducir a los chicos en la matemática es una buena estrategia pedagógica sobre la que los docentes podrían apoyarse. Pero hace una salvedad: “Si el juego se perpetúa, el alumno va a seguir queriendo jugar y ganar. Y se desplaza del objetivo, que es pensar en términos matemáticos. El docente debe lograr hacer salir del lugar del juego y ponerlo (al alumno) en la situación de pensar sobre el juego. Recién ahí se va a poder generar primer pensamiento racional sobre una fórmula matemática”, explicó.
“Mientras los chicos que juegan lo hacen para ganar, es necesario lograr que piensen sobre lo que están haciendo, sobre la mecánica del juego y hacia adonde va éste, que es la operación matemática en sí misma -agregó Itzcovich-. Si logramos que el alumno deje de jugar para pensar en el juego en sí mismo, éste podrá hacer una reflexión sobre la operación matemática, y empezar a pensarla desde otro nivel de representación”.
Codificación/ decodificación: La enseñanza de la matemática implica una traducción, esto es, cómo se decodifica un elemento que nos viene en un formato cualquiera (como juego juego, enunciado, consigna, etc.) a un formato matemático. El concepto de representación mental aparece aquí como una cuestión clave. “Da lugar a los niveles de reflexión y ensayo-error sobre la matemática, un primer paso importante para entender la disciplina desde la edad escolar”, afirmó el especialista.
“A los procesos de representación mental de los alumnos se los debe apuntalar con representaciones gráficas. los ejemplos ayudan mucho también. La representación mental de cada problema matemático es como la cocina de la matemática: ahí ésta se empieza a entender”, destacó.
Por último, Itzcovich opinó que “los docentes deben ser concientes y explícitos sobre esas representaciones de los alumnos, estar predispuestos a entender cómo trabaja el alumno sobre un problema matemático. Si pueden anticiparse a esos recorridos, a los trayectos mentales y luego escritos a partir de los cuales los alumnos va a realizar ciertas representaciones, podremos ayudarlos más y mejor en entender la matemática”.
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