Recientemente, ha fallecido a los 93 años Alberto Dou I Mas de Xexas, que era matemático, ingeniero de caminos, sacerdote jesuita y catedrático tanto en la Facultad de Ciencias de Madrid como en la Escuela de Ingenieros de Caminos. Explicaba la asignatura de ecuaciones diferenciales, a la que dio un nuevo giro. En el primer mes de curso se estudiaban aquellas ecuaciones fácilmente integrables y todo terminaba con la ecuación de Ricati. Después, ya en noviembre, empezaba lo gordo de la asignatura. Sobre todo aquel duro teorema de existencia y unicidad. Y el curso acababa con un trimestre dedicado a las ecuaciones diferenciales en derivadas parciales. En 1963 , ingresó como numerario en la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Ostentaba la medalla número 20, que había pertenecido sucesivamente al General Ibáñez de Ibero y a Eduardo Torroja. En este momento, en que se discute cuál es la verdadera esencia del pensamiento matemático y lo que significa la Matemática, lo que ha representado en el pasado y lo que está llamada a representar en el futuro, el pensamiento de Dou es claro: “ Creo que las Matemáticas no son antes del Universo. Son sustancialmente empíricas, es decir, son una ciencia… las Matemáticas tienen su base en la realidad… La noción de recta y la de número están extraídas de la realidad.”
Precisamente, en estos días que, entre otras cosas, por la presencia de la crisis financiera y económica, está adquiriendo una creciente presencia un filósofo francés, Alain Badiou, nacido en Rabat en 1937, al que se califica de azote de Sarkozy y de la Filosofía como espectáculo, ha escrito que: “Las Matemáticas fueron y siguen siendo muy importantes para la Filosofía, porque son el ejemplo tipo de un lenguaje cuya Verdad es independiente del poder. Lo enunciado se demuestra o no se demuestra”. Además de sus conocimientos matemáticos, físicos y filosóficos, Alberto Dou sentía una gran curiosidad por la Historia de la Matemática.
En 2007, es decir hace ahora tan sólo dos años, su estado de salud le impidió participar en la celebración del tricentenario del matemático suizo Leonhard Euler, a quien se considera el creador del principio físico de la mínima acción. Hasta edad muy avanzada, en la que quedó ciego, Euler descubrió gran cantidad de teoremas tanto en la Geometría como en Algebra. Está considerado uno de los mayores matemáticos de la Humanidad. En el aspecto religioso, Dou era un jesuita que buscó siempre un equilibrio entre la ciencia y la fe a lo que dedicó gran cantidad de escritos y de meditaciones.
Supo unir el progreso constante de la ciencia con una fe profunda. Sobre él dos académicos, de la Academia de Ciencias, Javier Etayo y Alberto Galindo han escrito que fue “un hombre sabio y sencillo que reconocía con naturalidad sus ignorancias; capaz en cambio de discutir hasta el extremo sin guardar después el menor resentimiento; porque era impulsivo y entraba al trapo en muchas cuestiones, y muy reflexivo en otras", “inquieto, constructivo y de envidiable temperamento”, según uno de sus discípulos y, para un compañero suyo jesuita, “una curiosa y admirable unión de ingenuidad y de tosudez, de lealtad sin trampa ni cartón, de entrañable cercanía y del mejor seny catalán”.
En 2007, es decir hace ahora tan sólo dos años, su estado de salud le impidió participar en la celebración del tricentenario del matemático suizo Leonhard Euler, a quien se considera el creador del principio físico de la mínima acción. Hasta edad muy avanzada, en la que quedó ciego, Euler descubrió gran cantidad de teoremas tanto en la Geometría como en Algebra. Está considerado uno de los mayores matemáticos de la Humanidad. En el aspecto religioso, Dou era un jesuita que buscó siempre un equilibrio entre la ciencia y la fe a lo que dedicó gran cantidad de escritos y de meditaciones.
Supo unir el progreso constante de la ciencia con una fe profunda. Sobre él dos académicos, de la Academia de Ciencias, Javier Etayo y Alberto Galindo han escrito que fue “un hombre sabio y sencillo que reconocía con naturalidad sus ignorancias; capaz en cambio de discutir hasta el extremo sin guardar después el menor resentimiento; porque era impulsivo y entraba al trapo en muchas cuestiones, y muy reflexivo en otras", “inquieto, constructivo y de envidiable temperamento”, según uno de sus discípulos y, para un compañero suyo jesuita, “una curiosa y admirable unión de ingenuidad y de tosudez, de lealtad sin trampa ni cartón, de entrañable cercanía y del mejor seny catalán”.
En este momento, la Matemática conoce otros caminos, lo que no significa que se hayan cubierto todos aquellos en los que trabajó Alberto Dou. Estos nuevos caminos obedecen en muchas ocasiones a necesidades sobre todo de la Física y Cosmología. Así por ejemplo, la Geometría fractal, en la cual un espacio puede tener un número fraccionario de dimensiones e incluso irracional. Es muy difícil definir lo que se entiende bajo el término de Matemática. Para unos puede ser una ciencia próxima, por ejemplo, a la Lógica y para otros un método cientifíco, más que una ciencia propiamente dicha .
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