
Este día, el primer Premio Nobel de Literatura africano llega a sus 75 años de vida. Este afirma que sueña con una vida retirada y tranquila. Fue el primer africano en ser distinguido con el Premio Nobel de Literatura y con ello logró captar una mayor atención de Europa y Estados Unidos hacia la tradición oral de su continente. Sin embargo, el talentoso Wole Soyinka —quien no solo escribe novelas y cuentos, sino que también se hizo un nombre como poeta y dramaturgo— no se circunscribe solo a las bellas artes y las palabras.
El escritor, que este día cumple 75 años, se hizo un nombre como luchador político y defensor de los derechos humanos más allá de su patria, Nigeria. Debido a sus convicciones y sus claras críticas al antiguo régimen militar en Nigeria, este hijo de un director de escuela del pueblo Yoruba estuvo preso por sus ideas políticas de 1967 a 1969. Allí aprendió mucho acerca de “las posibilidades ilimitadas de la supervivencia humana”, según dijo Soyinka en una entrevista.
“Pasé un año y 10 meses recluido y era consciente de que intentaban destruir mi alma negándome el acceso a los libros y a la escritura”. Afirmó que en ese entonces se mantuvo ocupado con problemas matemáticos y fórmulas de álgebra para superar el vacío espiritual en su celda. También durante su largo exilio en el Reino Unido y Estados Unidos siguió siendo un duro crítico de la dictadura militar en Nigeria. No solo observó y comentó los acontecimientos políticos en su hogar, sino que dedicó su discurso por el premio Nobel en 1986 al entonces todavía encarcelado líder de la independencia sudafricana Nelson Mandela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario