El amor puede medirse a través de las matemáticas. Al menos así lo piensa James Murray, un matemático inglés que ha creado una fórmula que evalúa los riesgos de que un matrimonio acabe en divorcio, según publicó el diario inglés "The Telegraph".
Este profesor de la Universidad de Oxford acaba de presentar ante la Royal Society de Londres un modelo matemático que, según sus creadores, predice con un 94% de fiabilidad las probabilidades de que se produzca un divorcio.
El estudio realizado se basa en la grabación de las conversaciones de unas 700 parejas recién casadas a las que se sometía a diversas preguntas sobre temas controvertidos como dinero, sexo y familia política.
El profesor Murray y sus colaboradores puntuaron de forma positiva las respuestas en tono distendido y con sentido del humor. Por el contrario, valoraron negativamente aquellas en las que se mostraban señales de enfado o de desprecio.
Dichas puntuaciones se utilizaron para identificar los distintos tipos de pareja y predecir las posibilidades de supervivencia de su matrimonio a posibles crisis.
Más adelante se llevó a cabo un seguimiento de los matrimonios, en intervalos de uno o dos años durante un total de 12. Tras ello, los matemáticos confirmaron la "sorprendente exactitud" del modelo de predicción.
"Estoy completamente asombrado de que las emociones humanas puedan trasponerse a un modelo matemático con un índice de predicción tan elevado", confesó Murray ante la Royal Society.
Este profesor de la Universidad de Oxford acaba de presentar ante la Royal Society de Londres un modelo matemático que, según sus creadores, predice con un 94% de fiabilidad las probabilidades de que se produzca un divorcio.
El estudio realizado se basa en la grabación de las conversaciones de unas 700 parejas recién casadas a las que se sometía a diversas preguntas sobre temas controvertidos como dinero, sexo y familia política.
El profesor Murray y sus colaboradores puntuaron de forma positiva las respuestas en tono distendido y con sentido del humor. Por el contrario, valoraron negativamente aquellas en las que se mostraban señales de enfado o de desprecio.
Dichas puntuaciones se utilizaron para identificar los distintos tipos de pareja y predecir las posibilidades de supervivencia de su matrimonio a posibles crisis.
Más adelante se llevó a cabo un seguimiento de los matrimonios, en intervalos de uno o dos años durante un total de 12. Tras ello, los matemáticos confirmaron la "sorprendente exactitud" del modelo de predicción.
"Estoy completamente asombrado de que las emociones humanas puedan trasponerse a un modelo matemático con un índice de predicción tan elevado", confesó Murray ante la Royal Society.
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