En el estudio de Caixa Catalunya, elaborado junto al Instituto de Infancia y Mundo Urbano (CIIMU), se analiza el logro educativo de las personas y su nivel de salud según sus condiciones sociales y sus episodios vitales. En él se destaca la gran expansión que el sistema educativo español ha vivido en las últimas décadas. Hoy el gasto por estudiante es de unos 33000 euros para los alumnos de Secundaria, una cifra que se sitúa a niveles comparables a otros países con el mismo grado de desarrollo económico.
Además, el nivel educativo de la población ha progresado de manera significativa. Sólo un 2% entre 25 y 34 años no ha finalizado sus estudios primarios, frente al 40% de mayores de 65 años que tampoco lo hizo. Sin embargo, las cifras hablan de un alto nivel de abandono escolar. Un 7,3% de los jóvenes de entre 18 y 24 años (y un 31% de la población) no dispone de titulación secundaria obligatoria.
Ante el abandono escolar es clave el nivel educativo de los padres y el acceso a recursos culturales y educativos en el hogar. El 73% de las personas entre 25 y 39 años cuyo padre tiene un título universitario también posee uno, mientras que sólo un 20% de los que lo han conseguido tenía padres sin dichos estudios.
Además, la proporción de jóvenes entre 18 y 24 años que no estudian ni tienen titulación secundaria post-obligatoria es 5,6 veces más alta en donde el padre tiene estudios primarios frente al que posee estudios superiores (un 11,2 veces mayor cuando es la madre la que tiene estudios primarios).
Las mismas cifras se repiten en el abandono escolar, que es 17 puntos más alto cuando la madre tiene educación primaria que cuando tiene un título universitario. Y a igualdad de condiciones, los estudiantes de secundaria con madres universitarias obtienen 25 puntos más en lectura y matemáticas.
Por otro lado, los mayores déficits educacionales se dan en el género masculino, con tasas de graduación en educación obligatoria 16 puntos más bajas que la de las chicas. Asimismo, el riesgo de pobreza se corresponde con unas cifras muy altas de abandono escolar prematuro. Un 15% de los jóvenes extranjeros no comunitarios de 18 a 24 años no ha obtenido el título de educación secundaria obligatoria, frente al 7,3% de media del país. Y también los hogares monoparentales tienen un 86% más de riesgo de fracaso escolar que aquellos formados por dos progenitores.
Si se valoran los datos por tipología del centro educativo, encontramos que los estudiantes de centros privados y concertados obtienen mejores resultados que los de los centros públicos (hasta 56 puntos más en matemáticas y comprensión lectora). Ello es debido, principalmente, a que los centros públicos acogen hasta 5 veces más familias con bajos recursos educativos.
Para alcanzar mayores tasas de éxito escolar es decisiva la escolarización temprana de los alumnos y el acceso a los recursos educativos. Los niños que provienen de entornos familiares con bajos niveles educativos son los menos escolarizados, mientras que las madres con mayores recursos educativos son más proclives a escolarizar a sus hijos de 1 a 2 años. Por su parte, las madres universitarias escolarizan 4,9 veces más a sus hijos de esta edad que las que sólo poseen estudios primarios.
En igualdad de condiciones, los alumnos de educación secundaria con acceso a bienes culturales y educativos obtienen hasta 10 y 13 puntos más en matemáticas y comprensión lectora que los que no tienen esta posibilidad.
Por comunidades autónomas se observa que hay una clara correlación entre el desarrollo económico de cada una de las regiones y su nivel educativo, aunque también existen otras variables. El porcentaje de titulados de entre 25 y 39 años se sitúa por encima del 50% en el País Vasco, Madrid y Navarra, mientras que en Andalucía, Extremadura, Canarias y Murcia no llega al 30%. En general, las comunidades mediterráneas y las islas poseen una proporción de titulados universitarios más baja que la que les correspondería por su nivel de desarrollo económico, al contrario de lo que ocurre en las comunidades de la franja atlántica y Castilla y León. El nivel de abandono escolar es más bajo en el País Vasco y Navarra (15% frente al 31% de la media nacional), y alcanza cifras muy elevadas en Baleares (44,2%), Murcia (38,4%) y Andalucía (38%).
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