sábado, 5 de septiembre de 2009

Leo Messi, 10 en matemáticas


Hace muchos años, cuando Leo Messi era sólo un alumno más de la escuela Las Heras de Rosario, todos los niños de su clase e incluso los de más edad se peleaban por tenerlo en su equipo a la hora del patio. Han pasado los años y ahora son los mejores clubs del mundo los que pagarían cantidades ingentes de millones por hacerse con los servicios del mejor jugador del mundo. A pesar de que su nombre es conocido en todo el planeta, Leo Messi mantiene la humildad, discreción y timidez de cuando era sólo un chavalito de pequeña estatura.
El diario ‘Globo’ de Brasil ha estado en el colegio en el que ‘la pulga’ aprendió a leer y a escribir y en el que se empezó a ganar la fama de crack, el rotativo ha hablado con algunas de las profesoras de Leo y ha descubierto las notas que obtuvo en el séptimo curso, de las que se desprenden que además de no ser mal alumno ya desprendía un don especial para el deporte. Allí, en la misma humilde escuela pública en la que creció, Leo es considerado ahora como una especie de santo, no sólo porque a menudo ayuda económicamente al colegio, sino por su manera de ser afable y tranquila.
Era un chico muy tranquilo, que participaba poco en clase porque era muy tímido. Sin embargo cuando salía al patio a jugar a fútbol se transformaba completamente, ahí era el Leo que ha conocido el mundo”, explica Andrea Sosa, la que fue profesora de matemáticas del ‘10’ en quinto y sexto curso, cuando el pequeño Messi sólo contaba con 10 y 11 años.
El jugador visita su localidad natal, Rosario, y su antigua escuela como mínimo una vez al año. Con la última donación, el colegio ha comprado ordenadores, televisores y un equipo de música, y repararon los bancos del patio. También decoraron la escuela con los colores del Newell’s Old Boys, equipo en el que se formó futbolísticamente el astro argentino.
Por su parte, la subdirectora de la escuela, Monica Domina, se deshace en elogios hacia Leo. “Es un chico muy dulce y humilde, que se preocupa muchísimo de todo lo que ocurre a su alrededor. A pesar de estar viviendo en Europa continúa siendo la misma persona, siempre que viene a Rosario nos visita y habla con sus amigos”, recuerda la señora Domina. En cuanto a su manera de ser, poco ha cambiado desde entonces, en el sentido que mantiene la misma timidez de cuando era niño, “siempre fue muy callado, pero tenía muchos amigos, todos querían jugar con él a fútbol y cuando se acababa la clase salían corriendo a ver quien llegaba antes, el deporte siempre fue una pasión para él”.
Sin embargo, su mejor amigo en el colegio no fue un chico, sino la dulce Cintia Arellano, quien curiosamente tenía las mejores notas de la clase, con un 8 como peor nota. En cuanto a las calificaciones de Leo Messi, como no podía ser de otra forma, era de los mejores de la clase en Educación Física. En el boletín de notas de final de séptimo sacó un 10. En cuanto al resto de asignaturas, el pequeño demostraba una especial habilidad por los trabajos artísticos, como Plástica y la Música, con un 8 en cada una. En cuanto a otras materias como Matemáticas, Lengua, Ciencias Sociales o Tecnología, Leo aprobaba sin problemas con una media de 6.
Han pasado muchos años desde que Messi dejó la escuela y Argentina para venir a Barcelona, pero en Las Heras siguen recordando con orgullo que hace años enseñaron a leer y escribir al mejor jugador del mundo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya sabía yo que Messi, además de ser el mejor, nos tiene guardadas múltiples sorpresas como estas, y las que nos quedan por ver. Felicidades al Noticiario Matemático por hablar de matemáticas de/en la vida.
Pí al cuadrado.

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