domingo, 22 de noviembre de 2009

Revolución en las aulas en la Comunidad Autónoma Vasca (España)



El ejercicio de memorizar infumables tacos de apuntes de Filosofía antes de enfrentarse a un examen podría tener los días contados. Nuevas formas de aprendizaje empiezan a emerger con fuerza impulsados por la reforma de la LOE, que por primera vez pone el énfasis en la importancia de entender para luego saber aplicar.
La nueva Ley pretende aparcar metodologías tradicionales basadas en la reproducción sistemática de los temas tratados en clase. "Lo que hacen ahora los alumnos es captar la información y memorizarla sin tratar de entender el porqué de lo que les han contado", asegura Javier Bahón, de la Fundación Nuevas Claves Educativas, que trabaja en el desarrollo y la mejora de la Educación. Frente a eso, los pedagogos plantean una revolución de la enseñanza.
Pero, ¿cómo hacerlo? A menudo, la falta de tiempo, de recursos, así como el elevado número de alumnos y alumnas que hay en una misma clase son un lastre para el profesorado que quiera experimentar una nueva forma de enfocar sus clases. A esto hay que sumar la cada vez mayor diversidad que se da en las aulas, en las que se juntan alumnado con problemas de aprendizaje, inmigrantes con dificultades de comunicación o discapacitados.
Así, el sistema actual, que por otra parte está dando sus frutos en la Comunidad Autónoma Vasca con resultados superiores a los del resto del Estado en la mayoría de las materias - algo menos en Ciencias -, ha suscitado cierto desencanto en algunos sectores. Entre ellos, unos apuestan por ejercer de profesores en casa y se hacen cargo de la formación de sus hijos, dando lugar a una tendencia denominada homeschooling, y otros se han aventurado en la búsqueda de nuevas metodologías que, de paso, permitan adaptarse a lo que plantea la LOE.
Entre estos últimos, quizá el método más laureado es el que se basa en la Teoría de las Inteligencias Múltiples, y que recurre a una enseñanza multisensorial. Este sistema parte de la premisa de que el 40% de los humanos aprende más por lo que ve que por lo que escucha, cuestionando así las forma clásica de impartir la docencia. Por ello, se plantea un método en el que se emplean todos los sentidos para poder entender un concepto. Así, los mapas, los dibujos, la música, las diapositivas..., por ejemplo, se convierten en instrumentos indispensables en una clase.
En la actualidad, varios centros se han mostrado interesados en este método. En Álava, por ejemplo, el colegio Urkide lleva más de un año poniéndolo en práctica en sus aulas, mientras que Sagrado Corazón, otro centro concertado religioso de la capital alavesa, está en la fase experimental.
La Teoría de las Inteligencias Múltiples establece que la persona es la suma de ocho inteligencias diferentes: lingüística, lógica-matemática, espacial, musical, corporal-cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista. En función del grado en que haya desarrollado cada una de ellas, se crea el perfil del alumno o alumna. "Uno puede ser un arquitecto de éxito, pero fatal comunicador", explica Bahón. Las clases consisten en abordar un tema mediante actividades que toquen estas ocho inteligencias. Es decir, si se trabaja la nutrición, la lingüística se reforzará a través de explicaciones orales o el libro de texto, los problemas matemáticos se harán con calorías, la inteligencia interpersonal se trabajará analizando la mala alimentación de los niños en África, mientras que la intrapersonal se centrará en el problema de la anorexia, por ejemplo. Así, hasta tocar todas las áreas.
Los expertos califican esta metodología como un antídoto perfecto contra la falta de autoestima. "Hasta ahora el fracaso escolar se medía en función de si uno era bueno en Lengua o Matemáticas, y esto es lo que cambia", añaden desde la Fundación. El profesor que opte por emplear esta forma de enseñanza deberá identificar las puntos fuertes del alumnado, pero también ayudarle en sus debilidades: y esto debe hacerse trabajando todas las áreas de conocimiento. "De lo contrario, esas potencialidades se morirían", añade Bahón. Es decir, si uno muestra unas cualidades excepcionales en música, habrá que hacer todo lo posible para potenciarlas, sin descuidar el resto de las formas de inteligencia. Es lo que se ha pasado a denominar como educación integral.
Muy estrechamente ligada con esta forma de entender la enseñanza son los Programas de Estimulación Temprana, algo que ya aplican algunas escuelas infantiles de Vitoria. Algunos científicos consideran que es en los primeros seis años de vida de un niño cuando el cerebro alcanza su máximo desarrollo. Por ello, a través del juego, los educadores intentan que el pequeño aprenda, por ejemplo, distintos idiomas. En la capital alavesa, la escuela infantil Kimba de Salburua inauguró el año pasado un aula de estimulación multisensorial. Se trata de un espacio donde se pueden trabajar de una forma diferente los sentidos. La sala, que da cabida a más de 70 niños de entre 0 y 3 años, está especialmente preparada con múltiples elementos sensoriales que permiten al pequeño sentir, tocar, probar, imaginar y entender, a través de la música, las luces de colores, los aromas y las texturas.
Los pedagogos aseguran que el niño que ha sido sometido a una estimulación temprana es capaz de desarrollar mejor sus capacidades a nivel intelectual, afectivo, motor, etcétera. Sin embargo, al igual que ocurre con la metodología basada en la Teoría de las Inteligencias Múltiples, sus beneficios no están a disposición de todos, ya que, por ahora, tan sólo se puede acceder a este tipo de aprendizaje en los centros privados.

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