Varios profesores de Matemáticas de Cantabria dejaron ayer sus tizas y pizarras en las aulas y cogieron un micrófono para contar sus experiencias. Lo hicieron en el marco del VII Congreso Regional de Educación que se celebra estos días en Santander y que está dedicado a 'La competencia matemática'. Pertenecen a centros geográficamente alejados y muchos de ellos no se habían visto anteriormente, pero tienen la misma visión: que los alumnos y alumnas asimilan mejor las matemáticas trabajando en grupo y que los números 'entran mejor' cuando se les busca una utilidad.
Dos de estos profesores son Gregorio San Martín y Lorena González. Imparten clase en tercer y cuarto curso de Primaria en el Colegio Miguel Hernández. Su teoría es que hay que enseñar las matemáticas desde el principio para despertar el interés y las expectativas de los niños. Por ello en lugar de comenzar por el final, por el aprendizaje de esos códigos matemáticos, empiezan por el inicio, teniendo en cuenta la aplicación real que esta ciencia tiene en lo cotidiano, en lo que se usa todos los días. En su caso, y a raíz de dos artículos periodísticos relacionados con los relojes digitales y una fuerte nevada en Cantabria, lograron que sus pupilos construyeran dos historias con los números.
Asunción Cueli es otra profesora del colegio público Virgen de Valencia de Renedo de Piélagos que disfruta con su trabajo. Asegura que sus alumnos la enseñan casi tanto como ella a ellos y por eso inició su intervención con la deducción de uno de sus estudiantes de siete años (segundo de Primaria): «los números se meten en todo».
Asunción asegura, y cuenta con una larga experiencia, que las matemáticas resultan divertidas para los niños a partir de materiales de uso de común y con imaginación. Cualquier cosa de la vida real, como una campaña ecológica o el reparto de caramelos entre los alumnos puede ser un divertido ejercicio para los pequeños.
Olga, Mírian, Mara y María son otro grupo de maestras de Infantil del Colegio Público 'Benedicto Ruiz' de Ajo que también mostraron ante los 300 asistentes a este Congreso lo que hacen en sus aulas con el plano y la banda numérica, subrayando la importancia de la relación y la comunicación con su alumnado para desarrollar metodologías basadas en ambientes familiares y cotidianos para los pequeños.
Todas las intervenciones contaron con un moderador de excepción, el profesor de la Universidad Ramón Llull, Carlos Gallego, que es un referente en la materia. Tras conocer todos estos trabajos hizo su propia reflexión: «Hay que revisar radicalmente los contenidos y las experiencias que viven los niños cuando están aprendiendo», señaló.
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