Dicen que esperan pasárselo bien y, sobre todo, que están muy orgullosos. Algunos ya tienen clarísimo qué serán de mayores. Otros se encojen de hombros: no tienen ni la más remota idea. Días atrás empezaron a conocerse y este sábado ya empezaron a pensar con otros códigos. Es probable que, antes del 20 de septiembre, los integrantes del grupo no se hubieran visto nunca, aunque alguien ha decidido que lo que tienen en común es valioso y, por tanto, es necesario que no se pierda. Mírenlos en la imagen. Son calcados a su hija o a su vecino. Son de ciudad y de distintos pueblos, tienen 11 y 12 años y chispa para las matemáticas. Son los 15 estudiantes de Cantabria que han sido elegidos para participar en la primera edición del proyecto Estalmat, con el que se impulsa el interés por la ciencia de las ciencias desde edades tempranas, para que los talentos no se pierdan por el camino. Los participantes cántabros (nueve niños y seis niñas) han sido elegidos -fueron los mejores de entre 150 que hicieron la prueba- en sus respectivos colegios, tras pasar un examen que certificó que son hábiles para desarrollar razonamientos lógicos. El pasado sábado vivieron una jornada de convivencia en la Universidad de Cantabria y respondieron a las expectativas del colectivo de profesores que está al frente de la idea: hicieron fotografía matemática, jugaron con puzzles de alambre que había que deshacer e incluso compitieron en el concurso Pasapalabra en el que hubo que estrujar el cerebro buscando definiciones matemáticas. Una de las profesoras, María José Señas, del Instituto Javier Orbe Cano de Los Corrales de Buelna, aseguró que se divirtieron un montón.«Hubo sorpresas», indicó. «Porque alguno sabía un montón de Historia de las Matemáticas y otro se sabía el alfabeto griego. Esto es lo que buscamos, que se relacionen y que jueguen, no que tengan la impresión de que están en este proyecto para estudiar».Porque con el Estalmat no se «enseña» a los niños las matemáticas que forman parte del currículo educativo oficial y así se ha explicado a las familias. Tampoco hay que empollar. «Una norma fundamental es no avanzar en algo que vayan a ver en las clases normales del colegio o del instituto», comentó Señas. Se trata, por un lado, de no interferir. Y, por otro, de dar a las matemáticas «una mirada totalmente diferente». De primeras, se les guiará para que las encuentren en todas partes. Se les plantean cuestiones «de lógica», se les entregan materiales para que investiguen y descubran... «queremos hacerles ver que las soluciones no siempre han de venir dadas, que ellos también pueden pensar».
Son muy receptivos, en este sentido, el primer encuentro fue «estupendo. Son muy receptivos. Lo cogen todo enseguida, tienen una gran imaginación y saben cómo desarrollar ideas. A nosotros no nos importa que sus respuestas estén bien o mal, lo que queremos es que se pongan a resolver», afirma la profesora.
El método que se seguirá en Cantabria ya ha sido aplicado en otras comunidades autónomas, como Canarias, Valencia, Madrid, Cataluña, Andalucía o Galicia. Aunque, en cada autonomía, los profesores tienen un margen «de juego y de plantear retos. En Valencia se han volcado mucho en buscar las matemáticas que existen en la literatura y lo hacen indagando sobre las matemáticas que tiene 'Alicia en el país de las maravillas'».Una de las primeras actividades realizadas el sábado servirá para comparar cómo han llegado los niños al plan y cómo acabarán el primer ciclo, dentro de unos meses. Para ello, se les invitó a fotografiar -en el Parque de Las Llamas, de Santander-, todo aquello que les pareciera que estuviera relacionado con las matemáticas: uno fotografió un parterre de flores porque estaba organizado en círculo, otro las líneas rectas de las escaleras del tobogán, un tercero el cartel con el nombre del parque, porque las letras esconden números detrás.... «Este ejercicio, en el que tuvieron que echarle imaginación, se repetirá más adelante. Tendrán que hacer otras fotos y estamos seguros de que se les ocurrirán muchas más. Ellos mismos se darán cuenta dentro de unos meses, de lo que han avanzado. Pero todo jugando».
El programa que van a seguir está diseñado por el Departamento de Matemáticas, Estadística y Computación de la UC, en colaboración con la Sociedad Matemática de Profesores de Cantabria y la Consejería de Educación. Cecilia Valero es la profesora que lo coordina y en el mismo están implicados tanto científicos universitarios como profesores de Secundaria, que impartirán sesiones de tres horas los sábados por la mañana. Tres horas que, por el momento, llenan de orgullo a los escolares elegidos y a sus familias, que se han comprometido con el proyecto por dos cursos. Alguno confiesa que todas las demás actividades de los niños han quedado en segundo plano. Las matemáticas, ahora, son lo primero.
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