El matemático andaluz Antonio J. Durán Guardeño, que firmó ayer ejemplares de su obra en la Feria del Libro de Sevilla, destierra en su nuevo obra 'Pasiones, piojos, dioses... y matemáticas' (Destino) la idea de que las matemáticas son una ciencia fría y así mostrar que en éstas hay mucha pasión y que son unas ciencias llenas de emotividad.
En una entrevista concedida a Europa Press, Durán reivindicó que el relato pretende "romper con la visión actual de que las ciencias y las humanidades son recintos estancos sin conexión" y que en cierto modo "las dos cosas son obras del hombre, por lo que es imposible que estén separadas". Aseguró que "la parte emocional del hombre afecta tanto a la parte científica como humanística".
Añadió que la obra refleja "un recorrido por las matemáticas, explicando qué son y para qué sirven". Por otro lado y al hilo de los matemáticos que van apareciendo y las historias en las que se ven envueltos le permite al autor extrapolar a los lectores sus ideas de la condición humana. Del mismo modo, muestra que "la mezcla que se dan en las matemáticas como ciencia abstracta y las circunstancias emocionales de los matemáticos puede ayudar o aclarar la condición humana del hombre".
Declaró que la obra presenta "la relación entre el factor humano y las matemáticas y las circunstancias emocionales de los matemáticos con el objetivo de que eso permita a los lectores comprender mejor la condición humana". De esto modo, se pretende que el lector inicie sus propias reflexiones sobre las cuestiones del ser humano.
Durán subrayó al respecto que "la mejor manera de llegar a la condición humana a través de las matemáticas es por vía de las vicisitudes que le suceden a los matemáticos del relato". Asimismo, apuntó que la obra muestra "la imposibilidad del matemático para aislarse de la realidad aunque trabaje con una ciencia fría, ya que el contexto histórico, social o de las emociones acaba afectando".
'Pasiones, piojos, dioses... y matemáticas' cumple con el objetivo didáctico de hacer "más accesible las matemáticas para cualquier lector y acercarlas de la gente, alejando el estereotipo de que son un juego de números".
Durán destacó que como se suele decir "cualquier matemático puede ser compañero de enseñanza en la universidad" pues la civilización helena es la más importante en referencia al mundo de las matemáticas. El autor, que repasa la historia de estas ciencias desde épocas antiguas hasta el siglo XXI, aseguró que las matemáticas tal como se entienden hoy es producto de la civilización griega, ya que sus métodos, propósitos y técnicas son similares a las que se hacen actualmente.
Más cercano en el tiempo, el escritor cordobés apuntó que "las matemáticas de Arquímedes o Euclides no se superan hasta el siglo XVIII y es en ese momento cuando dan un paso adelante y van más lejos que las helenas, avanzando desde entonces sin interrupción a lo largo de los años con nuevas aplicaciones, desarrollos y nuevas teorías".
Un aspecto "muy poco habitual" es que los hombres de ciencias se introduzcan en el mundo de la literatura, aunque Durán reconoció que le mueven las mismas razones que llevan a cualquier otra persona a acercarse en las letras. Indicó que "parece que hay una incompatibilidad entre dedicarse a la ciencia y a la literatura, aunque hay ejemplos que franquean esa barrera como Juan Benet, Echegaray".
Catedrático de Análisis Matemático en la Universidad de Sevilla, Durán tiene entre sus obras científicas y divulgativas se cuentan ediciones de Arquímedes, Newton y Euler, el volumen colectivo 'La ciencia y el Quijote' y 'Vida de los números', con el que obtuvo el Premio al Libro de Divulgación Mejor Editado de 2006. Las novelas de ficción son 'La luna de nisán' y 'La piel del olvido'.
En una entrevista concedida a Europa Press, Durán reivindicó que el relato pretende "romper con la visión actual de que las ciencias y las humanidades son recintos estancos sin conexión" y que en cierto modo "las dos cosas son obras del hombre, por lo que es imposible que estén separadas". Aseguró que "la parte emocional del hombre afecta tanto a la parte científica como humanística".
Añadió que la obra refleja "un recorrido por las matemáticas, explicando qué son y para qué sirven". Por otro lado y al hilo de los matemáticos que van apareciendo y las historias en las que se ven envueltos le permite al autor extrapolar a los lectores sus ideas de la condición humana. Del mismo modo, muestra que "la mezcla que se dan en las matemáticas como ciencia abstracta y las circunstancias emocionales de los matemáticos puede ayudar o aclarar la condición humana del hombre".
Declaró que la obra presenta "la relación entre el factor humano y las matemáticas y las circunstancias emocionales de los matemáticos con el objetivo de que eso permita a los lectores comprender mejor la condición humana". De esto modo, se pretende que el lector inicie sus propias reflexiones sobre las cuestiones del ser humano.
Durán subrayó al respecto que "la mejor manera de llegar a la condición humana a través de las matemáticas es por vía de las vicisitudes que le suceden a los matemáticos del relato". Asimismo, apuntó que la obra muestra "la imposibilidad del matemático para aislarse de la realidad aunque trabaje con una ciencia fría, ya que el contexto histórico, social o de las emociones acaba afectando".
'Pasiones, piojos, dioses... y matemáticas' cumple con el objetivo didáctico de hacer "más accesible las matemáticas para cualquier lector y acercarlas de la gente, alejando el estereotipo de que son un juego de números".
Durán destacó que como se suele decir "cualquier matemático puede ser compañero de enseñanza en la universidad" pues la civilización helena es la más importante en referencia al mundo de las matemáticas. El autor, que repasa la historia de estas ciencias desde épocas antiguas hasta el siglo XXI, aseguró que las matemáticas tal como se entienden hoy es producto de la civilización griega, ya que sus métodos, propósitos y técnicas son similares a las que se hacen actualmente.
Más cercano en el tiempo, el escritor cordobés apuntó que "las matemáticas de Arquímedes o Euclides no se superan hasta el siglo XVIII y es en ese momento cuando dan un paso adelante y van más lejos que las helenas, avanzando desde entonces sin interrupción a lo largo de los años con nuevas aplicaciones, desarrollos y nuevas teorías".
Un aspecto "muy poco habitual" es que los hombres de ciencias se introduzcan en el mundo de la literatura, aunque Durán reconoció que le mueven las mismas razones que llevan a cualquier otra persona a acercarse en las letras. Indicó que "parece que hay una incompatibilidad entre dedicarse a la ciencia y a la literatura, aunque hay ejemplos que franquean esa barrera como Juan Benet, Echegaray".
Catedrático de Análisis Matemático en la Universidad de Sevilla, Durán tiene entre sus obras científicas y divulgativas se cuentan ediciones de Arquímedes, Newton y Euler, el volumen colectivo 'La ciencia y el Quijote' y 'Vida de los números', con el que obtuvo el Premio al Libro de Divulgación Mejor Editado de 2006. Las novelas de ficción son 'La luna de nisán' y 'La piel del olvido'.
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