martes, 2 de junio de 2009

El cerebro femenino, ¿no apto para las matemáticas?

La principal causa de la disparidad de sexo en el rendimiento en las matemáticas es cultural y no biológica, según un estudio de la Universidad de Wisconsin-Madison en Estados Unidos que publicado en la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).
Los investigadores emplearon una variedad de fuentes de datos para documentar un patrón de rendimiento que sugiere que las raíces de la disparidad de género en matemáticas se deben a factores socioculturales que pueden cambiarse. Estos factores desalientan o apoyan a las chicas y mujeres jóvenes a perseguir las habilidades necesarias para dominar las ciencias matemáticas.
En su trabajo, Janet Mertz y Janet Hide, desafían la validez de la hipótesis que plantea la mayor variabilidad masculina que invocaba Lawrence Summers, actual consejero económico de Barack Obama, para defender la escasez de mujeres en el profesorado de las Matemáticas en las universidades de investigación estadounidenses más prestigiosas. Esta hipótesis, que explicaría por qué existen más hombres con habilidades matemáticas superiores, fue planteada por Summers en 2005, cuando era presidente de la Universidad de Harvard.
Las investigadoras de Wisconsin contradicen esta afirmación al mostrar que las puntuaciones en matemáticas de las chicas son tan variables como las de los chicos en algunos países y entre algunos grupos étnicos de los Estados Unidos, con tantas chicas como chicos puntuando por encima del percentil 99 en algunas culturas. Por ello, la mayor variabilidad masculina en el rendimiento en matemáticas no es un fenómeno general.
Según apunta Mertz, «si se proporciona a las mujeres más oportunidades educativas y laborales en campos que requieran un conocimiento avanzado en matemáticas se encontrará a más mujeres aprendiendo y con un rendimiento muy bueno en este campo».
En los Estados Unidos, las chicas en todos los grados tienen ahora un rendimiento que está a la par con los chicos en las pruebas estándar de matemáticas que realizan todos los estudiantes. Además, las chicas estadounidenses dan ahora cálculo en la escuela superior al mismo nivel que los chicos y el porcentaje de doctorados en ciencias matemáticas con premios realizados por mujeres ha subido hasta el 30 por ciento en el siglo XXI a partir del 5 por ciento existente en la década de los 50 del pasado siglo.
Ninguna mujer hasta la fecha ha ganado el "Premio Nobel de Matemáticas". Un dato que podría corroborar la extendida creencia de que las chicas son menos capaces para las cuestiones numéricas que los hombres. Los científicos llevan más de un siglo debatiendo esta posibilidad y han elaborado todo tipo de teorías al respecto: desde que el cerebro de las féminas es más pequeño y tiene que esforzarse más para esta asignatura hasta una incapacidad genética para los números. Sin embargo, un nuevo trabajo concluye que esta idea es falsa y que no existe ningún motivo biológico que haga a las mujeres peores en matemáticas.
Janet Mertz, afirma, después de analizar todos los estudios contemporáneos sobre el tema, que "no existe una diferencia innata para las matemáticas entre hombres y mujeres y, de hecho, hay países en los que chicos y chicas son exactamente igual de buenos en esta asignatura".
La culpa de que ellas no destaquen tanto en esta materia tiene que ver con "factores culturales, con las desigualdades sociales que han vivido las mujeres a lo largo de la historia y con la falta de oportunidades para acceder a la misma educación que ellos", añade.
El trabajo que desmonta la superioridad matemática masculina se ha centrado en tres cuestiones: ¿Existen en la población diferencias de género en cuanto al rendimiento matemático?, ¿existen estas diferencias entre los individuos que más talento muestran para los números? y ¿hay mujeres con gran talento matemático? Tras revisar las puntuaciones de hombres y mujeres en diversas pruebas matemáticas y en distintos países, los autores responden negativamente a las dos primeras cuestiones y afirmativamente a la última.
Según Mertz, las chicas han tenido muchas menos opciones de acceder a una educación matemática, al igual que a la física o a la química. "Sólo a principios del siglo XXI las cosas comenzaron a igualarse en los países desarrollados. Pero si se proporciona a las mujeres más oportunidades educativas y laborales en campos que requieran un conocimiento avanzado en matemáticas se verá que pueden rendir muy bien en este campo".
Esta desigualdad social explica también que haya muchas menos profesoras de matemáticas que profesores, una realidad que puso de manifiesto Lawrence Summers, ex presidente de la Universidad de Harvard y actual asesor económico del presidente de EEUU Barack Obama. Summers atribuía esta carencia a una menor capacidad de las mujeres, pero el estudio le contradice al señalar que "no hay ninguna evidencia científica que demuestre una menor predisposición de las mujeres hacia las mates".
La importancia de los números: Más allá de la ciencia, las habilidades matemáticas son importantes para todos los aspectos de la vida, desde hacer la compra hasta calcular una hipoteca. La hipótesis de la menor disponibilidad intelectual de las mujeres hacia los números surgió en 1894 para explicar un fenómeno de la época: la falta de genios femeninos y el exceso de varones ocupados en asuntos de deducción y lógica, como detectives.
Algunos estudios han señalado que las habilidades matemáticas de chicos y chicas transcurren paralelas hasta que cumplen 12 o 13 años, momento en el cual los chicos comenzaban a destacar en esta asignatura. Pero más que a una cuestión cerebral, los autores de la investigación del 'PNAS' atribuyen a este hecho a que los profesrores estimulaban más a los chicos que a las chicas.
"Algunas culturas, como la estadounidense, piensan que para las matemáticas hay que tener un talento innato: si uno no es bueno por naturaleza para los números, no llegará a serlo nunca. Sin embargo, otras culturas como la asiática vinculan la capacidad matemática con el esfuerzo y el estudio. Y son quienes así piensan los que tienen mejores resultados en las pruebas", indican los investigadores.
Para Mertz, "la falta de modelos femeninos en matemáticas y la falta de estímulos para que se interesaran por ellas son las únicas responsables de que haya más chicos que sobresalgan en esta materia".

1 comentario:

Anónimo dijo...

Su estudio, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, contradice a los trabajos que muestran que las mujeres son de media tan buenas en matemáticas como los hombres pero que no son capaces de sobresalir de la manera que lo hacen ellos.

También dijeron que es una manera de contradecir claramente a Larry Summers, que como presidente de la Universidad de Harvard dijo en 2005 que las diferencias biológicas podían explicar por qué había menos profesoras de matemáticas. Summers es ahora uno de los miembros del Consejo Económico del presidente Barack Obama.

'Concluimos que la diferencia de sexo, no la falta de capacidad innata o 'aptitud intrínseca', es la principal razón por la que hay menos mujeres que hombres que sobresalen como matemáticas en la mayoría de los países, incluido Estados Unidos', dijeron Janet Hyde y Janet Mertz, de la Universidad de Wisconsin en Madison, en su informe.

Hicieron un análisis estadístico comparando diferentes resultados matemáticos y concursos con el Índice de Diferencia de Género de 2007 del Foro Económico Mundial. Este índice anual evalúa a los países según el desempleo y las oportunidades económicas, educativas y políticas y el estatus médico.

Estados Unidos está en el puesto 31 de 128 países de el índice del Forum Mundial Económico.

'Hicimos preguntas sobre lo bien que lo hacen las mujeres frente a los hombres a nivel medio, alto - un 95 por ciento o más - y muy alto, el de uno en un millón', explicó Mertz en una entrevista.

'Los países con mayor igualdad de género también son en los que la media de chicos y chicas a los que se les dan bien las matemáticas son parecidos', afirmó.


Pero dijo que nadie contradice que a nivel medio, las chicas lo hagan tan bien como los chicos.

Pero a nivel alto, las diferencias persisten y algunos expertos han dicho que eso se debe a la teoría de la 'gran variabilidad del hombre', que defiende que los varones, en general, tienden a obtener tanto los resultados más altos como los más bajos, mientras que las mujeres no.

Mertz dijo que los análisis muestran que esto no es verdad.

Si hubiese una razón biológica para las diferencias, sería así en todas partes, explicó. Pero no es así.

' Los análisis de datos de estudiantes de 15 años que participaron en el programa para la valoración de estudiantes internacionales en 2003 indicó que tantas chicas como chicos, por no decir más, obtuvieron un resultado del 99 por ciento en Islandia, Tailandia y Reino Unido', escribieron Mertz y Hyde.

Diferentes exámenes internacionales muestran el mismo patrón, incluidas las Olimpiadas Matemáticas, dijo Mertz.

'Si las chicas no tienen las mismas oportunidades educativas o si saben que aunque aprendan la materia no va a haber puestos de trabajo para ellas, ¿por qué se van a preocupar? Buscarán otra cosa', añadió.

Esto está cambiando poco a poco en Estados Unidos, añadieron.

'Por ejemplo, en 1970 sólo el 14 por ciento de los certificados doctorales en biología fueron para mujeres, mientras que en 2006 esta cifra había aumentado al 49 por ciento, escribieron.

'Los porcentajes en matemáticas y estadísticas eran del 8 por ciento en 1970 y del 32 por ciento en 2006'.

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