Por sus signos, el lenguaje particular, la cantidad de procesos que acarrean algunas de sus operaciones y su forma de comunicar las ideas, las matemáticas se han construido para los jóvenes en una imagen mítica que transforma su amigable identidad. Para combatir estas ideas que obstaculizan el desarrollo efectivo impulsado por la ciencia numérica, se hizo en Popayán entre el 28 y el 31 de mayo en el Colegio Champagnat, el VIII Encuentro Nacional y el V Encuentro Internacional de Matemática, el cual estuvo organizado por la Fundación Marista para el Desarrollo Educativo y Social -Fundemar-. En el certamen se reflexionó sobre los retos, saberes y experiencias para transformar la enseñanza de las matemáticas en el aula. Para ello, conferencistas y talleristas de relevancia nacional e internacional buscaron contribuir con soluciones prácticas frente a la constante preocupación por la cualificación y formación de los docentes colombianos. Con ese fin, cerca de 150 personas procedentes de Medellín, Bogotá, Vichada, Zarzal, Cali, Ipiales y Popayán, entre otras ciudades, recapacitaron y conocieron nuevas formas de enseñar acertadamente las matemáticas, a fin de que los conocimientos se vuelvan más eficientes por parte de la comunidad estudiantil. Por ello, Julián Andrés Zúñiga, docente del colegio Champagnat, indicó que el evento también fue realizado con el ánimo de educar a los docentes, debido a que los encuentros de matemáticas que se cumplen en el país son dirigidos en especial a profesores universitarios y “han olvidado la parte de la educación para niños y adolescentes que es fundamental y primordial para el avance de la formación en Colombia”.
De otra parte, Javier Lezama, quien dictó la ponencia: "La matemática educativa como campo de conocimiento del profesor de matemáticas. Un enfoque desde la socioepistemología", dijo que en las diferentes pruebas que presentan los estudiantes, se ve una deficiencia en la apropiación de los conceptos matemáticos y sin embargo, los docentes de la materia dan prueba de dominar los conocimientos del área. “Quizás los profesores no tienen las habilidades para transmitir las ideas y hacer que guste el aprendizaje de las matemáticas. Por eso consideramos de vital importancia dar herramientas didácticas a nuestros docentes para que tengan una manera diferente de que guste el aprendizaje y así lograr un alto rendimiento académico del área”, argumentó el ponente.
Durante los cuatro días que duró el encuentro de matemáticas, algunos de los asistentes concluyeron que desafortunadamente los maestros tradicionales de esta materia cuando la enseñan y las califican, han hecho de ella un reino del terror. Pese a ello, lo que se trata es hacer de la ciencia numérica algo agradable, que cuando el profesor llegue al aula, él y sus aprendices sepan que lo estudiado realmente le servirá al alumno a lo largo de toda su existencia. “Después de ver tantas formas, tan variadas y creativas para enseñar las matemáticas, concluyo que son como cualquier otra materia, dignas de ser amadas y aprendidas”, comenta Oscar Montoya, director de Fundemar.
Entre tanto, el público docente que asistió a los 14 talleres orientados por conferencistas e invitados de alto perfil académico, compartieron prácticas metodológicas y pedagógicas las cuales sirvieron como retroalimentación en la didáctica de las matemáticas como disciplina facilitadora del quehacer educativo.
De otro lado, a los participantes les pareció interesante ver el afecto que todos los asistentes guardan a la materia y la inquietud por transmitir dicho encanto a las mentes de quienes apenas descubren los ‘juegos’ de una lógica. De igual manera, varias maestras contaron que se acercaron al ‘misterio’ de los números como un desafío a lo que unos pocos profesores afirmaron hace muchos años, que las matemáticas no eran para las mujeres. En cambio otros, aseguraron que cayeron ante el ‘hechizo seductor’ de resolver problemas con lógica.
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