
Un compás y un transportador de ángulos digitales aparecen en la pizarra blanca. Para hacer los ejercicios de matemáticos los alumnos llegan, a través de un enlace, a una página web, en vez de tener el soporte físico del libro. Así trabajan los estudiantes de quinto de Primaria del Colegio Valentín García Yebra una de las asignaturas que menos suelen gustar.
La profesora de Matemáticas Josefa Gutiérrez es una apasionada de las nuevas tecnologías y embarcó a todos sus compañeros en la aventura de realizar sus propias actividades para trabajar en las pizarras digitales del colegio. Para ellos necesitaron más de 50 horas de formación previa. Para los alumnos de Infantil se crearon más de 40 actividades porque para ellos estudiar así «es como ver magia borragia». Ahora, se las pasan al resto de los centros para que también las apliquen, incluida la dedicada al Pajariel.
Josefa Gutiérrez lleva más de 35 años dando clases y ahora está pendiente de la llegada, el próximo curso, de las nuevas pizarras digitales E-Brain, que funcionan con infrarrojos y son portátiles, por lo que se llevarán a las aulas en vez de como se hace ahora, trasladar a los alumnos, que según su profesora, ante la pizarra digital «se vuelven mucho más participativos, ésta es otra forma de aprender y los niños del colegio ya han nacido en la era de las nuevas tecnologías».
Más del 50% de los estudiantes del García Yebra pasan por las aulas en las que se trabaja con las pizarras digitales. La teoría de Educación Física, actividades de comprensión lectora, inglés, lengua... todo es viable en las pantallas digitales. «Cada profesor puede hacer sus propias actividades y adaptarlas a sus necesidades», añade, para apuntar que se puede invertir en este trabajo o una hora o un mes, dependiendo de las habilidades del maestro.
«No es la panacea y no va a sustituir a la pizarra verde y a la tiza, pero si hubiera una en cada aula se utilizaría como una normal con el puntero, sin el polvo y la necesidad de borrar», resume Josefa Gutiérrez para la que la informática se ha convertido en todo un revulsivo. De hecho, las actividades realizadas por los profesores del Valentín García Yebra ya se han pasado a otros centros ponferradinos y ellos han recibido otros de inglés. La profesora de Matemáticas comenta que gracias a la posibilidad de trabajar con Internet los niños también pueden recurrir a todos los programas que existen en la Red.
La profesora de Matemáticas Josefa Gutiérrez es una apasionada de las nuevas tecnologías y embarcó a todos sus compañeros en la aventura de realizar sus propias actividades para trabajar en las pizarras digitales del colegio. Para ellos necesitaron más de 50 horas de formación previa. Para los alumnos de Infantil se crearon más de 40 actividades porque para ellos estudiar así «es como ver magia borragia». Ahora, se las pasan al resto de los centros para que también las apliquen, incluida la dedicada al Pajariel.
Josefa Gutiérrez lleva más de 35 años dando clases y ahora está pendiente de la llegada, el próximo curso, de las nuevas pizarras digitales E-Brain, que funcionan con infrarrojos y son portátiles, por lo que se llevarán a las aulas en vez de como se hace ahora, trasladar a los alumnos, que según su profesora, ante la pizarra digital «se vuelven mucho más participativos, ésta es otra forma de aprender y los niños del colegio ya han nacido en la era de las nuevas tecnologías».
Más del 50% de los estudiantes del García Yebra pasan por las aulas en las que se trabaja con las pizarras digitales. La teoría de Educación Física, actividades de comprensión lectora, inglés, lengua... todo es viable en las pantallas digitales. «Cada profesor puede hacer sus propias actividades y adaptarlas a sus necesidades», añade, para apuntar que se puede invertir en este trabajo o una hora o un mes, dependiendo de las habilidades del maestro.
«No es la panacea y no va a sustituir a la pizarra verde y a la tiza, pero si hubiera una en cada aula se utilizaría como una normal con el puntero, sin el polvo y la necesidad de borrar», resume Josefa Gutiérrez para la que la informática se ha convertido en todo un revulsivo. De hecho, las actividades realizadas por los profesores del Valentín García Yebra ya se han pasado a otros centros ponferradinos y ellos han recibido otros de inglés. La profesora de Matemáticas comenta que gracias a la posibilidad de trabajar con Internet los niños también pueden recurrir a todos los programas que existen en la Red.



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