El profesor Ian Stewart, para el que las matemáticas son una fuente maravillosa de entretenimiento y de placer intelectual, no es un desconocido para el público de habla hispana. Aparte de sus trabajos de investigación – que a menudo no se traducen del inglés, por ser ésta la lengua de la comunidad científica - se han publicado numerosas obras de divulgación, como La cuadratura del cuadrado y otras curiosidades matemáticas del gabinete del profesor Stewart, Historia de las matemáticas en los últimos 10000 años, El laberinto mágico, Cómo cortar un pastel y otros rompecabezas matemáticos, Locos por las matemáticas, ¿Juega Dios a los dados?, Belleza y verdad, Una historia de la simetría y De aquí al infinito.
Crítica nos ofrece, en la edición de bolsillo de Drakontos, la traducción de Javier García Sanz de las Cartas a una joven matemática. que ha permanecido en mis manos en los últimos quince días.
Cada vez menos estudiantes universitarios eligen las ciencias o las letras puras. Stewart, como matemático, lo sabe, y en este libro trata de explicar a una alumna o futura alumna la importancia de su materia. Nótese que no intenta sólo hablar de la utilidad concreta de la disciplina y la relación entre matemática "pura" y "aplicada", sino que expresa con intensidad la pasión por el saber.
Las cartas de Stewart a la imaginaria Meg no son el intento de un profesor moderno de ofrecer una salida profesional "útil" a una joven. Es un esfuerzo por hacer ver todas las dimensiones del saber matemático, con su atractivo, con sus dificultades, con sus múltiples vertientes y, además pero no esencialmente, con su utilidad práctica.
Tarea fundamental de padres y profesores es orientar a los jóvenes al terminar los estudios secundarios. Durante las últimas décadas han triunfado en esos consejos las suposiciones de"utilidad", y los mejores alumnos han sido enviados según sus cualidades y salvo una clara vocación a cursar estudios técnicos, económicos o jurídicos. ¿por qué alguien dotado para las matemáticas o aficionado a ellas "debe" optar por las "útiles" arquitectura, ingeniería o ciencias económicas? Por un claro prejuicio social, que hace que tengamos menos matemáticos (por ejemplo) incluso de los necesarios. Déficit de matemáticos, exceso de jóvenes frustrados en pos de la "utilidad" .
Stewart plantea las cosas de otra manera, quizás con un cierto sentido anglosajón del humor. Quien quiere no ya razones para estudiar matemáticas sino instrumentos para entenderlas y argumentos para dejar que las estudie libremente quien quiera, tiene aquí un libro que debe ser leído. ¿Uno en cada Instituto? No estaría de más.
Ian Stewart cree que "las matemáticas son una de las actividades humanas más vitales, pero también una de las menos apreciadas, y la menos comprendida". Tal es la posición del científico y del profesor.
Crítica nos ofrece, en la edición de bolsillo de Drakontos, la traducción de Javier García Sanz de las Cartas a una joven matemática. que ha permanecido en mis manos en los últimos quince días.
Cada vez menos estudiantes universitarios eligen las ciencias o las letras puras. Stewart, como matemático, lo sabe, y en este libro trata de explicar a una alumna o futura alumna la importancia de su materia. Nótese que no intenta sólo hablar de la utilidad concreta de la disciplina y la relación entre matemática "pura" y "aplicada", sino que expresa con intensidad la pasión por el saber.
Las cartas de Stewart a la imaginaria Meg no son el intento de un profesor moderno de ofrecer una salida profesional "útil" a una joven. Es un esfuerzo por hacer ver todas las dimensiones del saber matemático, con su atractivo, con sus dificultades, con sus múltiples vertientes y, además pero no esencialmente, con su utilidad práctica.
Tarea fundamental de padres y profesores es orientar a los jóvenes al terminar los estudios secundarios. Durante las últimas décadas han triunfado en esos consejos las suposiciones de"utilidad", y los mejores alumnos han sido enviados según sus cualidades y salvo una clara vocación a cursar estudios técnicos, económicos o jurídicos. ¿por qué alguien dotado para las matemáticas o aficionado a ellas "debe" optar por las "útiles" arquitectura, ingeniería o ciencias económicas? Por un claro prejuicio social, que hace que tengamos menos matemáticos (por ejemplo) incluso de los necesarios. Déficit de matemáticos, exceso de jóvenes frustrados en pos de la "utilidad" .
Stewart plantea las cosas de otra manera, quizás con un cierto sentido anglosajón del humor. Quien quiere no ya razones para estudiar matemáticas sino instrumentos para entenderlas y argumentos para dejar que las estudie libremente quien quiera, tiene aquí un libro que debe ser leído. ¿Uno en cada Instituto? No estaría de más.
Ian Stewart cree que "las matemáticas son una de las actividades humanas más vitales, pero también una de las menos apreciadas, y la menos comprendida". Tal es la posición del científico y del profesor.
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