Ayer fue es un día «especial» para los niños inmigrantes que forman parte del programa 'Integrados', una iniciativa que parte de Cruz Roja Valladolid y cuyo objetivo responde a la necesidad de atender a los menores durante el tiempo que dure la jornada laboral de sus padres en los meses de verano.
María Aranzana, coordinadora y técnico de Cruz Roja Juventud, explica que normalmente las actividades se realizan desde la sede de la calle la Pólvora, dónde a primera hora de la mañana se comienza con labores de apoyo escolar y de refuerzo educativo. «Intentamos que no olviden lo que han aprendido durante el último año en clase y les echamos una mano con aquellas asignaturas que más les cuestas, como las Matemáticas o la Lengua», comenta.
El tiempo de ocio dedicado a actividades como manualidades, expresión corporal y educación física ha sido sustituido «por una excursión» al parque Ribera de Castilla, en la que los veinte menores de entre 3 y 12 años inscritos en el programa y los más de doce voluntarios de Cruz Roja participan realizando una «gincana pirata» en un entorno abierto y natural.
«Los hemos dividido en dos grupos: los raperos y los intocables», comenta Sara Negro, otra de los voluntarias de la oenegé. «El equipo que más monedas consiga en las pruebas recibirá su recompensa, un cofre lleno de monedas de chocolate». El más pequeño del grupo, Álex, un búlgaro de tan sólo 3 años sonríe feliz tras ganar la última de las pruebas de recompensa y ser que el que más monedas metió el la botella.
El programa, que comenzó el pasado 28 de junio y que durará hasta el 4 de septiembre, pretende ofrecer a los niños inmigrantes una forma de adaptarse mejor a la sociedad española y vallisoletana, y sensibilizar a los ciudadanos sobre un colectivo con otra cultura que comienza a ser habitual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario