Ante el alto índice de fracaso escolar, principalmente en las matemáticas, se instala la duda sobre si el problema radica en la falta de dedicación de los escolares, en los docentes o en el sistema educativo. Lo que se ignora es que “los niños presentan unos conocimientos intuitivos informales antes de llegar a la escuela. Es decir, tienen nociones sobre el número e incluso ya pueden resolver problemas” expresa la Dra. Lourdes González, quien presentó recientemente su libro “Qué problema resolver los problemas” el cual trata sobre las consabidas dificultades en la resolución de problemas aritméticos.
Para González, tanto profesores, psicopedagogos y demás profesionales deben tener en cuenta que los niños van formando en sus casas “esquemas protocuantitativos” relacionados a los juicios de cantidad numérica sin que estos sean exactos. Por ejemplo, “la relación más-menos, mayor-menor o que existe un todo y eso se puede dividir en partes y pueden otra vez formar un todo”, indica en referencia a elementos que vinculados a objetos que hacen al entorno que se tiene desde el hogar.
Este tipo de nociones, “también se pueden utilizar y enlazar con los planteamientos que pretenda desarrollar el plan curricular”, refiere la experta en psicología educacional, cuya obra es fruto de la tesis doctoral que presentó en la Universidad de Salamanca (España) titulada “La interacción del libro de texto y el profesor en la resolución de los problemas aritméticos”.
De acuerdo a la especialista, el quiebre en dicho proceso natural de aprendizaje se produce “en el proceso de escolarización”. “Lastimosamente los profesores no tienen en cuenta esta situación” y les inculcan a los escolares que “de ahora en más van a saber la verdadera matemática”, señala.
González propone en su libro reflexionar sobre este hecho con el objetivo de que los maestros y maestras y el propio sistema educativo puedan reformular los métodos de la enseñanza. Insiste que los profesionales de la educación deben saber “cómo se da el proceso de aprendizaje de las matemáticas en el hogar desde un enfoque de la psicología cognitivo-evolutiva y cómo pueden ser aprovechados en la escuela”, concluye.
Para González, tanto profesores, psicopedagogos y demás profesionales deben tener en cuenta que los niños van formando en sus casas “esquemas protocuantitativos” relacionados a los juicios de cantidad numérica sin que estos sean exactos. Por ejemplo, “la relación más-menos, mayor-menor o que existe un todo y eso se puede dividir en partes y pueden otra vez formar un todo”, indica en referencia a elementos que vinculados a objetos que hacen al entorno que se tiene desde el hogar.
Este tipo de nociones, “también se pueden utilizar y enlazar con los planteamientos que pretenda desarrollar el plan curricular”, refiere la experta en psicología educacional, cuya obra es fruto de la tesis doctoral que presentó en la Universidad de Salamanca (España) titulada “La interacción del libro de texto y el profesor en la resolución de los problemas aritméticos”.
De acuerdo a la especialista, el quiebre en dicho proceso natural de aprendizaje se produce “en el proceso de escolarización”. “Lastimosamente los profesores no tienen en cuenta esta situación” y les inculcan a los escolares que “de ahora en más van a saber la verdadera matemática”, señala.
González propone en su libro reflexionar sobre este hecho con el objetivo de que los maestros y maestras y el propio sistema educativo puedan reformular los métodos de la enseñanza. Insiste que los profesionales de la educación deben saber “cómo se da el proceso de aprendizaje de las matemáticas en el hogar desde un enfoque de la psicología cognitivo-evolutiva y cómo pueden ser aprovechados en la escuela”, concluye.
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