Se ha dejado atrás experiencias que no contemplaba un proyecto a largo plazo como si lo hay esta vez, en el que se ha trabajado en forma integral con seriedad y un objetivo estratégico definido, que ha involucrado a toda la sociedad porque se trata de un compromiso de todos los peruanos. Por sus propios testimonios conocemos que en la práctica saber ahora leer, escribir y conocer la matemática básica les ha cambiado la vida despertando en ellos una realidad que la tenían cerca pero que nadie se las hacia ver. Bien por ellos y sus familias que han logrado saltar la valla de la desigualdad y la diversidad cultural, logrando dejar de pertenecer a las estadísticas de los iletrados.
En este sentido la alfabetización representa la solución más eficaz en la lucha contra la pobreza y posee la capacidad potencial de promover mejor nutrición y una mayor prevención y tratamiento de las enfermedades, entre las familias de mayor pobreza como lo sostiene la UNESCO, quizás este sea el objetivo más trascendente de este proceso. En esta cruzada, que ya ingresó a su segunda etapa con la continuidad educativa, que garantiza que los conocimientos adquiridos por los alfabetizados perduren, y se evite su retorno a las filas del analfabetismo y luego se incorporen al primer grado del ciclo intermedio de la Educación Básica Alternativa, han jugado un papel primordial los más de 16 mil facilitadores, encargados de enseñar a leer y escribir a los usuarios del Programa Nacional de Movilización por la Alfabetización que impulsa el Ministerio de Educación, ellos, en muchos casos, han tenido que ir puerta por puerta para lograr seducir a hombres y mujeres que pensaban que ya era tarde para alcanzar esta meta en su vida.
Los alfabetizadores han tenido una difícil tarea, y son los verdaderos artífices de este trabajo humanitario que ha sido reconocido por el Instituto Internacional de Investigación Educativa para la Integración, del Convenio Andrés Bello, quien ha valorado el mérito del Programa de Alfabetización del gobierno por tener una cobertura nacional en todas las regiones y villorrios del país, llegando incluso a zonas alejadas de difícil acceso, y dando oportunidad a que los pobladores mayores de 15 años, hombres, mujeres, jóvenes y adultos accedan al estudio como el medio para mejorar sus condiciones y calidad de vida.
Otro aspecto de destacar en este programa es la utilización del método elaborado por especialistas peruanos, “Aprender y crecer” una herramienta utilizado con éxito en todos los círculos de alfabetización. A lo que se suma la experiencia “Ver para leer” que tiene como propósito mejorar las condiciones de salud visual de los participantes de los círculos de alfabetización, para insertarlos con éxito en su proceso de aprendizaje. Los resultados saltan a la vista, a pesar que este programa no es la panacea, con él se han alcanzado metas importantes que sería mezquino no reconocer. No hay que olvidar, que hubo otras iniciativas que pecaron de improvisadas que no pasaron de ser inspiración y quizás buenas intenciones. Sin embargo, de estos intentos fallidos, los que ahora critican el proceso de alfabetización del gobierno prefieren no hablar quizá porque en algún momento estuvieron involucrados sin mayor éxito en la educación pública.
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