jueves, 17 de septiembre de 2009

En Argentina, AniMATE


Con la visita de más de 150 chicos y grandes que se animaron a jugar con la ciencia más temida de todas arrancó AniMATE. El festival ofrece hoy, 17 de septiembre, y mañana, juegos de mesa, charlas y videos para alumnos y alumnas de escuelas primarias y secundarias.
Juegos, competencias, caras concentradas pensando cómo ganar en una competencia que pide más ingenio que fuerza. Así comenzó el Primer Festival de Matemática de Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la Universidad Nacional del Litoral (UNL). AniMATE ofrece a grandes y chicos, la oportunidad de jugar y aprender a través de desafíos, charlas y videos.
Las actividades se inauguraron esta mañana en el Octógono de la FIQ con un acto del que participaron autoridades de la UNL y de la Secretaría de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Santa Fe. Mientras que el público sumaba unas 150 personas entre alumnos de distintas escuelas que visitaron el festival y docentes y estudiantes de la propia facultad.
En cuestiones de gustos, pareciera que la matemática no tiene términos medios. Un problema que tiene esta disciplina, como dice Adrián Paenza, es que la matemática no se la puede comparar con otras disciplinas porque no tiene quien la defienda. A nosotros nos parece que es fundamental defenderla por su importancia como disciplina”, contó en la ocasión Albor Cantard, rector de la UNL.
Por su parte, el secretario de Estado de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia, David Astegiano refirió unas palabras para recalcar la importancia de acercase de otro modo a las ciencias y a la matemática en particular. “Este Festival es una muestra lúdica que rompe los mitos y las barreras. Es mentira que alguien nace para las matemáticas y otros no sirven para eso. La sensibilidad con la matemática -como pasa con la música y con otras disciplinas- ocurre en la medida en que nos hacemos amigos y la conocemos de forma agradable”, afirmó.
También participó del acto el director del Instituto de Matemática Aplicada del Litoral (IMAL), Dr. Hugo Aimar que, además de dar la bienvenida, invitó a todos con un enigma matemático que dejó al público pensando un rato.
En el espacio del Octógono de la FIQ se desplegó un conjunto de juegos y murales cedidos por el área de Matemática de Ciclo Básico Común y el Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y la Olimpíada Matemática Argentina.
A simple vista parecen simples, pero cada juego es un desafío y alrededor de las mesas se fueron reuniendo los grupos de chicos y chicas con ganas de probar si le podían ganar a sus compañeros o a los profes que eran estudiantes del IMAL. Incluso cada jugador tuvo su propia hinchada de compañeros.
Además, se dieron dos charlas en el salón de actos de la FIQ donde los docentes e investigadores de la casa contaron cómo piensan los matemáticos y que tiene que ver esta disciplina tantas veces despreciada con la vida cotidiana.
Las actividades continuarán mañana (viernes 18) en la segunda jornada que comenzará a las 9 con la charla: “El frío, el calor, la difusión y el logaritmo”, dictada por Pedro Morin. A las 10, será el turno de “¿A dónde ponemos el hospital?”, con Néstor Aguilera. Más tarde, a las 11, llegará el momento de “Matemática para ubicarse: cómo funciona el GPS”, con Pablo Groisman; y finalmente, ese mismo viernes a las 14, el encuentro culminará con “¿Por qué usamos 12 notas musicales? De Pitágoras a Bach”, charla encabeza por Ricardo Durán.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

En el centro del octógono de FIQ -la geometría arquitectónica como contribución simbólica al festival- estaban los juegos de mesa. Alrededor de uno de ellos, los chicos miraban con ojos de “no entiendo nada” una pequeña Mancala, extraño juego que consta de un tablero y 40 piedritas. Muy cerquita de ahí, otros dos alumnos trataban de trenzarse en un ta te ti to tridimensional. ¿Qué era aquello? un ta te ti de tres bases superpuestas, con cuatro bolas rojas y cuatro azules. El jugador que lograba colocar cuatro bolas alineadas -en forma horizontal vertical u horizontal-, ganaba el partido. Largo rato les llevó empezar la contienda, pero lo lograron.

Al mismo tiempo, en el tercer piso del edificio de la FIQ -en Sgo. del Estero al 2800- disertaba Ricardo Toledano, doctor en matemáticas. Joven, explicativo y risueño -características que no responden al preconcepto social que pesa sobre los matemáticos, vistos como “bichos raros de biblioteca”- , el profe se explayó sobre cuál era la mejor manera de apilar y empaquetar esferas (naranjas, tal el caso Kepler). “Es la forma piramidal vertical, tal como la hacen los verduleros para ordenar sus frutas, y no en forma horizontal, como se apilan cajas”, afirmó, desde una rigurosa pero muy didáctica explicación matemática. Nadie bostezó, que conste: los chicos entendieron.

Sigue mañana
El festival continuará mañana a las 9 con “El frío, el calor, la difusión y el logaritmo”, dictada por Pedro Morin. A las 10 seguirá “¿A dónde ponemos el hospital?”, con Néstor Aguilera. A las 11, “Matemática para ubicarse: cómo funciona el GPS”, con Pablo Groisman; y finalmente, a las 14, “¿Por qué usamos 12 notas musicales? De Pitágoras a Bach”, charla encabezada por Ricardo Durán.

Anónimo dijo...

¿Qué tienen en común Johannes Kepler, el genial matemático y astrónomo alemán del siglo XVII, y “Cacho”, el verdulero de la esquina de casa? Que algunas de las complejas teorías del primero podrían explicarse muy fácil y didácticamente usando las naranjas o manzanas del segundo. Tan sólo estableciendo simetrías entre el concepto de esferas, las bondades de la naturaleza vegetal y algunas fórmulas pitagóricas. Listo, es todo. Un poco de imaginación, inventiva y el permiso de nuestro fiel y cotidiano servidor alcanzarían para realizar el experimento.
Con este ánimo de recurrir a la simpleza de objetos y situaciones comunes para entender ese complejísimo universo de las ciencias exactas con sus interminables números, cálculos y fórmulas -que tantas resistencias encuentra en la escuela-, comenzó hoy y hasta mañana el Primer Festival de Matemática de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL “Animate”.
El encuentro fue organizado por el Departamento de Matemática de esa unidad académica, en el marco de la agenda aniversario por los 90 años de la FIQ y de la casa de altos estudios. Convocó a docentes, aficionados y -sobre todo- a alumnos de escuelas primarias y medias de la ciudad, con la idea de hacer de las ciencias matemáticas un área de estudio atractiva, pese a la complejidad de su intrincada naturaleza disciplinar.
“Quique, para los amigos”, dijo presentándose amistosamente Enrique Mammarella, presidente de la comisión organizadora del 90º aniversario de FIQ. “Este evento propone abrir las puertas de la Facultad para que se vean las distintas disciplinas que aquí se trabajan. Desde un ámbito distendido y lúdico, queremos divulgar muchas de las actividades que se pueden hacer desde las matemáticas, partiendo de situaciones cotidianas”, resumió.
El festival tiene un fin educativo y de divulgación que recurrió a estrategias didácticas lúdicas para la enseñanza del aprendizaje. La dureza de fórmulas y teoremas duros fue “sazonada” con juegos de mesa, charlas distendidas, videos y posters coloridos. “Se apunta a pensar la matemática desde un lugar que la haga más llevadera. Es una disciplina compleja, incluso para nosotros -dijo Quique, señalando a un grupo de docentes y alumnos que se esforzaban en comprender uno de los juegos de mesa-. Entonces, la didáctica bien pensada en el caso de la matemática, puede dar herramientas que les sirvan a los alumnos”.
Para Pablo Bolcatto -docente de la Facultad y miembro de la comisión- “los chicos no salen preparados en matemáticas desde la secundaria. Llegan a la universidad con ciertas falencias y, aparte, manifiestan un respeto exagerado por las ciencias exactas. Porque creen a priori que les resultará difícil, entonces ni siquiera hacen el intento por entenderla”, afirmó. “Creemos que se puede recurrir a alternativas no formales como éstas, juegos de mesa o posters ilustrativos, para entender las matemáticas. Entusiasmar, de eso se trata”, dijo enfáticamente.

Anónimo dijo...

¿Qué tienen en común Johannes Kepler, el genial matemático y astrónomo alemán del siglo XVII, y “Cacho”, el verdulero de la esquina de casa? Que algunas de las complejas teorías del primero podrían explicarse muy fácil y didácticamente usando las naranjas o manzanas del segundo. Tan sólo estableciendo simetrías entre el concepto de esferas, las bondades de la naturaleza vegetal y algunas fórmulas pitagóricas. Listo, es todo. Un poco de imaginación, inventiva y el permiso de nuestro fiel y cotidiano servidor alcanzarían para realizar el experimento.
Con este ánimo de recurrir a la simpleza de objetos y situaciones comunes para entender ese complejísimo universo de las ciencias exactas con sus interminables números, cálculos y fórmulas -que tantas resistencias encuentra en la escuela-, comenzó hoy y hasta mañana el Primer Festival de Matemática de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL “Animate”.
El encuentro fue organizado por el Departamento de Matemática de esa unidad académica, en el marco de la agenda aniversario por los 90 años de la FIQ y de la casa de altos estudios. Convocó a docentes, aficionados y -sobre todo- a alumnos de escuelas primarias y medias de la ciudad, con la idea de hacer de las ciencias matemáticas un área de estudio atractiva, pese a la complejidad de su intrincada naturaleza disciplinar.
“Quique, para los amigos”, dijo presentándose amistosamente Enrique Mammarella, presidente de la comisión organizadora del 90º aniversario de FIQ. “Este evento propone abrir las puertas de la Facultad para que se vean las distintas disciplinas que aquí se trabajan. Desde un ámbito distendido y lúdico, queremos divulgar muchas de las actividades que se pueden hacer desde las matemáticas, partiendo de situaciones cotidianas”, resumió.
El festival tiene un fin educativo y de divulgación que recurrió a estrategias didácticas lúdicas para la enseñanza del aprendizaje. La dureza de fórmulas y teoremas duros fue “sazonada” con juegos de mesa, charlas distendidas, videos y posters coloridos. “Se apunta a pensar la matemática desde un lugar que la haga más llevadera. Es una disciplina compleja, incluso para nosotros -dijo Quique, señalando a un grupo de docentes y alumnos que se esforzaban en comprender uno de los juegos de mesa-. Entonces, la didáctica bien pensada en el caso de la matemática, puede dar herramientas que les sirvan a los alumnos”.
Para Pablo Bolcatto -docente de la Facultad y miembro de la comisión- “los chicos no salen preparados en matemáticas desde la secundaria. Llegan a la universidad con ciertas falencias y, aparte, manifiestan un respeto exagerado por las ciencias exactas. Porque creen a priori que les resultará difícil, entonces ni siquiera hacen el intento por entenderla”, afirmó. “Creemos que se puede recurrir a alternativas no formales como éstas, juegos de mesa o posters ilustrativos, para entender las matemáticas. Entusiasmar, de eso se trata”, dijo enfáticamente.

Anónimo dijo...

¿Qué tienen en común Johannes Kepler, el genial matemático y astrónomo alemán del siglo XVII, y “Cacho”, el verdulero de la esquina de casa? Que algunas de las complejas teorías del primero podrían explicarse muy fácil y didácticamente usando las naranjas o manzanas del segundo. Tan sólo estableciendo simetrías entre el concepto de esferas, las bondades de la naturaleza vegetal y algunas fórmulas pitagóricas. Listo, es todo. Un poco de imaginación, inventiva y el permiso de nuestro fiel y cotidiano servidor alcanzarían para realizar el experimento.
Con este ánimo de recurrir a la simpleza de objetos y situaciones comunes para entender ese complejísimo universo de las ciencias exactas con sus interminables números, cálculos y fórmulas -que tantas resistencias encuentra en la escuela-, comenzó hoy y hasta mañana el Primer Festival de Matemática de la Facultad de Ingeniería Química (FIQ) de la UNL “Animate”.
El encuentro fue organizado por el Departamento de Matemática de esa unidad académica, en el marco de la agenda aniversario por los 90 años de la FIQ y de la casa de altos estudios. Convocó a docentes, aficionados y -sobre todo- a alumnos de escuelas primarias y medias de la ciudad, con la idea de hacer de las ciencias matemáticas un área de estudio atractiva, pese a la complejidad de su intrincada naturaleza disciplinar.
“Quique, para los amigos”, dijo presentándose amistosamente Enrique Mammarella, presidente de la comisión organizadora del 90º aniversario de FIQ. “Este evento propone abrir las puertas de la Facultad para que se vean las distintas disciplinas que aquí se trabajan. Desde un ámbito distendido y lúdico, queremos divulgar muchas de las actividades que se pueden hacer desde las matemáticas, partiendo de situaciones cotidianas”, resumió.
El festival tiene un fin educativo y de divulgación que recurrió a estrategias didácticas lúdicas para la enseñanza del aprendizaje. La dureza de fórmulas y teoremas duros fue “sazonada” con juegos de mesa, charlas distendidas, videos y posters coloridos. “Se apunta a pensar la matemática desde un lugar que la haga más llevadera. Es una disciplina compleja, incluso para nosotros -dijo Quique, señalando a un grupo de docentes y alumnos que se esforzaban en comprender uno de los juegos de mesa-. Entonces, la didáctica bien pensada en el caso de la matemática, puede dar herramientas que les sirvan a los alumnos”.
Para Pablo Bolcatto -docente de la Facultad y miembro de la comisión- “los chicos no salen preparados en matemáticas desde la secundaria. Llegan a la universidad con ciertas falencias y, aparte, manifiestan un respeto exagerado por las ciencias exactas. Porque creen a priori que les resultará difícil, entonces ni siquiera hacen el intento por entenderla”, afirmó. “Creemos que se puede recurrir a alternativas no formales como éstas, juegos de mesa o posters ilustrativos, para entender las matemáticas. Entusiasmar, de eso se trata”, dijo enfáticamente.

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