En los primeros años, las matemáticas deben enseñarse a los niños y niñas a través de lo concreto, es decir, con la manipulación de materiales didácticos. Esto facilita su comprensión. Pensar matemáticamente es una competencia que se adquiere desde los primeros años de vida. En el preescolar es clave que se estructure este pensamiento lógico-matemático para sentar la base de aprendizajes posteriores.
"En la medida en que los niños comprendan que hay situaciones reales que los obligan a pensar matemáticamente, más adelante las pueden representar. Esto es fundamental en el preescolar", afirma Mónica López, directora de calidad del Viceministerio de Educación Preescolar, Básica y Media. En este sentido, el método para enseñar matemáticas "debe ser natural, divertido y sólido", explica Carlos Díez, profesor de esta asignatura en el colegio Colombo Americano. En el preescolar, los niños son concretos; por eso, dice Díez, se trabaja con elementos tangibles; los pequeños aprenden a contar manipulando materiales palpables, los cuales no necesariamente tienen que ser sofisticados. Una actividad simple: se les da 10 borradores y se les pide que inventen una forma para contarlos. Algunos niños los pondrán en fila, otros los apilarán o los agruparán (en ternas, por ejemplo). Así les es más fácil saber cuántos tienen. La asignación es un concepto clave en el proceso matemático: para saber, por ejemplo, cuántos lápices hay sobre una mesa, por cada lápiz el pequeño asigna un dedo de su mano. Otra forma: el profesor deja 20 reglas sobre una mesa y les pregunta a los niños si éstas son suficientes para cada estudiante. Entonces, empiezan a asignar una regla por alumno y así concluyen si faltan, sobran o alcanzan. "La clave para empezar a enseñar matemáticas es cuando el niño dice la palabra mío, pues los seres humanos las aprendimos para contar lo que teníamos y, ¿cuánto tenemos?", indica el profesor Carlos Díez. Precisamente, en esta dirección se mueve el portal www.110k.com, una comunidad virtual que les permite a niños y niñas, jóvenes, padres y docentes aprender matemáticas de forma fácil, útil y divertida. Incluye juegos y operaciones diversas. Muy pronto contará con una herramienta sólo para preescolares, con actividades sencillas que desarrollen su pensamiento matemático. "Esta plataforma se denominará 110kids, una zona en la que aprenderán matemáticas de la forma como lo ha hecho el hombre a través de su evolución: partiendo del concepto 'esto es mío', para así asignar y agrupar", afirma Jorge Luis García, director ejecutivo de 110k.com. Dentro del aula, explica por su parte Mónica López, los docentes pueden generar situaciones lúdicas que involucren el razonamiento matemático. "No es la lúdica por la lúdica; esto exige planeación, es decir, un juego que los obligue a pensar y a resolver las situaciones de forma matemática", afirma la funcionaria. También, formular preguntas orientadoras que apunten a la resolución de problemas y que lleven a buscar varias respuestas, con el fin de que los niños las comparen. Un ejemplo: 'si tuviéramos que forrar este piso, ¿cuánta tela se requeriría?'. La enseñanza de la geometría en el preescolar también es vital, dice López, pues le permite al niño relacionarse con el espacio y ubicarse en el entorno donde se desenvuelve. "Los padres dan las primeras herramientas de entendimiento matemático mediante las vivencias del día a día. En el supermercado, lo primero que hacen los niños es preguntar e interactuar con lo que ven: "quiero una manzana"; así, se pueden generar conceptos y estructurar aprendizajes que son base fundamental en el proceso del desarrollo lógico y su comprensión", dice Claudia Velilla Mejía, directora del jardín infantil Pasos y Compases. El parque es otro escenario de aprendizaje: subir al rodadero, pasar a través de un túnel, estar arriba o caminar por encima del pasto. "Son conceptos de espacialidad que le brindan al niño las nociones que más tarde se convertirán en la base para operaciones matemáticas más profundas", agrega la directora. Estos conceptos de cantidad y espacialidad se trabajan en el preescolar mediante el juego; preguntas y frases como: ¿dónde hay muchos?, ¡vamos a poner todo encima de la mesa!, o ¿dónde están los círculos? son un buen recurso. Otro elemento de ayuda, explica Velilla, es el armado de rompecabezas, ya que favorece el pensamiento abstracto y la capacidad lógica. En la enseñanza de las matemáticas influye la formación matemática del maestro. Una persona que piensa matemáticamente logra que el niño o niña haga lo mismo en su cotidianidad.
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