¿Que pensaría si alguien le dijera que una ecuación matemática puede evitarle la molestia que le causa no encontrar aparcamiento para su bicicleta del Ayuntamiento de su ciudad, garantizar que la ayuda humanitaria llegue a tiempo y en condiciones tras una catástrofe o combatir mejor el cáncer?
Las matemáticas son la pesadilla de cualquier estudiante y durante generaciones era todo un clásico que no faltaran entre los suspensos de septiembre. Pero también enseñaron a millones de niños y niñas que si a las ocho manzanas que tenían le quitaban dos, sólo les quedarían seis para la merienda. Y aunque, al crecer, la mayoría no ha vuelto a ver una ecuación, una integral o una raíz cuadrada, estas y otras operaciones están más vinculadas a la vida real de lo que cualquiera pueda imaginar.
De esto precisamente es de lo que han hablado los participantes en la Semana de la Modelización que se ha celebrado estos días en la ciudad y que ha organizado el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla (IMUS). Expertos universitarios de toda España y representantes de empresas de la mayoría de los sectores productivos se han citado en este encuentro para buscar soluciones matemáticas a problemas concretos.
Así, empresas como IBM, Endesa, Abengoa, Metro de Madrid o Grupo Barbadillo han aprovechado para poner sobre la mesa una serie de cuestiones relacionadas con la eficiencia en sus procesos productivos. "El objetivo principal es avanzar en la transferencia de conocimientos", cuenta Jorge Galán, subdirector del IMUS.
El de las comunicaciones - telefonía, satélites... -, sin las que no se entiende la sociedad actual, ha sido uno de los temas estrella de la cita. "Que sean más rápidas o eficaces no es arte de magia", dice Galán, sino que responde a una elaborada investigación previa en la que las matemáticas tienen mucho que decir.
El trabajo de estos científicos puede repercutir también en cuestiones mucho más cercanas a los ciudadanos como pueden ser la lista de la compra porque la logística está íntimamente relacionada con las matemáticas y de ella puede depender el estado y hasta el precio de los productos que pueblan las estanterías de cualquier supermercado del país. Más importancia, si cabe, tiene la logística humanitaria porque, cuenta Jorge Galán, que lleguen a tiempo y en condiciones los alimentos o las medicinas enviados a cualquier zona del mundo que la necesite urgentemente va a depender de "cómo, en qué orden y de qué manera" se hayan enviado.
Hasta el seno de la Semana de la Modelización ha llegado también la propuesta de una consultora internacional a la que un Ayuntamiento de una ciudad española ha encomendado la difícil tarea de lograr una fórmula para la gestión del servicio público de bicicletas que evite problemas frecuentes como no encontrar aparcamiento en algunas estaciones mientras otras están desiertas.
La reorganización de redes de distribución de energía, la optimización del uso de quirófanos o la estimación de demandas en redes ferroviarias han sido otras de las cuestiones que han mantenido ocupados a matemáticos y empresarios en un encuentro que ha apostado también por esta ciencia como elemento dinamizador de un nuevo modelo económico.
Pero ésta no ha sido la única cita matemática que ha tenido lugar en Sevilla, porque el pasado viernes y el sábado expertos venidos de toda España y de países como Italia, Francia o Estados Unidos han participado en un seminario sobre diseño de materiales y su aplicación en el mundo de la industria convocado por el Departamento de Ecuaciones Diferenciales y Análisis Numérico de la Hispalense.
En este encuentro se busca ir un paso más en la búsqueda de materiales eléctricos y de otra índole -que se usan, por ejemplo, en la construcción de casas- "más eficaces y baratos", cuenta el matemático Juan Casado. Porque una materia prima más óptima es, en definitiva, lo que demanda el sector de la construcción y la industria en general.
La actividad de la comunidad matemática en Sevilla, España, es tan fructífera como variada, ya que los distintos departamentos que la componen se hallan inmersos en proyectos de investigación de muy distinto ámbito. Así, además de estructuras, fluidos o materiales compuestos, también hay matemáticos y matemáticas que dedican su trabajo a encontrar fórmulas que ayuden a mejorar los tratamientos contra el cáncer y a innovar en otros campos de la medicina.
Una Escuela Internacional en la que, en este caso, se han abordado puntos de matemática teórica ha sido la tercera y última cita con esta ciencia que ha tenido la ciudad de Sevilla en tan sólo una semana y que demuestra que a pesar de que hace apenas menos de un año desde su fundación, el IMUS no cesa su actividad.
Aunque la imagen que del matemático se ha tenido desde siempre aún no ha desaparecido, lo cierto es que cada vez están más dispuestos a demostrar que aunque su trabajo parezca responder exclusivamente a la combinación de unas cuantas frías e impersonales cifras numéricas, detrás de él se esconde un interés por las cosas que afectan a los ciudadanos.
Las matemáticas son la pesadilla de cualquier estudiante y durante generaciones era todo un clásico que no faltaran entre los suspensos de septiembre. Pero también enseñaron a millones de niños y niñas que si a las ocho manzanas que tenían le quitaban dos, sólo les quedarían seis para la merienda. Y aunque, al crecer, la mayoría no ha vuelto a ver una ecuación, una integral o una raíz cuadrada, estas y otras operaciones están más vinculadas a la vida real de lo que cualquiera pueda imaginar.
De esto precisamente es de lo que han hablado los participantes en la Semana de la Modelización que se ha celebrado estos días en la ciudad y que ha organizado el Instituto de Matemáticas de la Universidad de Sevilla (IMUS). Expertos universitarios de toda España y representantes de empresas de la mayoría de los sectores productivos se han citado en este encuentro para buscar soluciones matemáticas a problemas concretos.
Así, empresas como IBM, Endesa, Abengoa, Metro de Madrid o Grupo Barbadillo han aprovechado para poner sobre la mesa una serie de cuestiones relacionadas con la eficiencia en sus procesos productivos. "El objetivo principal es avanzar en la transferencia de conocimientos", cuenta Jorge Galán, subdirector del IMUS.
El de las comunicaciones - telefonía, satélites... -, sin las que no se entiende la sociedad actual, ha sido uno de los temas estrella de la cita. "Que sean más rápidas o eficaces no es arte de magia", dice Galán, sino que responde a una elaborada investigación previa en la que las matemáticas tienen mucho que decir.
El trabajo de estos científicos puede repercutir también en cuestiones mucho más cercanas a los ciudadanos como pueden ser la lista de la compra porque la logística está íntimamente relacionada con las matemáticas y de ella puede depender el estado y hasta el precio de los productos que pueblan las estanterías de cualquier supermercado del país. Más importancia, si cabe, tiene la logística humanitaria porque, cuenta Jorge Galán, que lleguen a tiempo y en condiciones los alimentos o las medicinas enviados a cualquier zona del mundo que la necesite urgentemente va a depender de "cómo, en qué orden y de qué manera" se hayan enviado.
Hasta el seno de la Semana de la Modelización ha llegado también la propuesta de una consultora internacional a la que un Ayuntamiento de una ciudad española ha encomendado la difícil tarea de lograr una fórmula para la gestión del servicio público de bicicletas que evite problemas frecuentes como no encontrar aparcamiento en algunas estaciones mientras otras están desiertas.
La reorganización de redes de distribución de energía, la optimización del uso de quirófanos o la estimación de demandas en redes ferroviarias han sido otras de las cuestiones que han mantenido ocupados a matemáticos y empresarios en un encuentro que ha apostado también por esta ciencia como elemento dinamizador de un nuevo modelo económico.
Pero ésta no ha sido la única cita matemática que ha tenido lugar en Sevilla, porque el pasado viernes y el sábado expertos venidos de toda España y de países como Italia, Francia o Estados Unidos han participado en un seminario sobre diseño de materiales y su aplicación en el mundo de la industria convocado por el Departamento de Ecuaciones Diferenciales y Análisis Numérico de la Hispalense.
En este encuentro se busca ir un paso más en la búsqueda de materiales eléctricos y de otra índole -que se usan, por ejemplo, en la construcción de casas- "más eficaces y baratos", cuenta el matemático Juan Casado. Porque una materia prima más óptima es, en definitiva, lo que demanda el sector de la construcción y la industria en general.
La actividad de la comunidad matemática en Sevilla, España, es tan fructífera como variada, ya que los distintos departamentos que la componen se hallan inmersos en proyectos de investigación de muy distinto ámbito. Así, además de estructuras, fluidos o materiales compuestos, también hay matemáticos y matemáticas que dedican su trabajo a encontrar fórmulas que ayuden a mejorar los tratamientos contra el cáncer y a innovar en otros campos de la medicina.
Una Escuela Internacional en la que, en este caso, se han abordado puntos de matemática teórica ha sido la tercera y última cita con esta ciencia que ha tenido la ciudad de Sevilla en tan sólo una semana y que demuestra que a pesar de que hace apenas menos de un año desde su fundación, el IMUS no cesa su actividad.
Aunque la imagen que del matemático se ha tenido desde siempre aún no ha desaparecido, lo cierto es que cada vez están más dispuestos a demostrar que aunque su trabajo parezca responder exclusivamente a la combinación de unas cuantas frías e impersonales cifras numéricas, detrás de él se esconde un interés por las cosas que afectan a los ciudadanos.
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