En el País Vasco hay colegios situados en un entorno complicado, de características sociales, económicas y culturales digamos que delicadas. Son colegios por los que pocos apostarían si los miran desde fuera, pero que por dentro desarrollan un intenso y exitoso trabajo educativo.
La actividad de ese tipo de centros docentes ha quedado plasmada en los resultados de la Evaluación Diagnóstica de 2009, que presentó ayer en el Parlamento Vasco la consejera de Educación, Isabel Celaá. Este informe de nombre extraño contiene los resultados de una prueba realizada entre marzo y mayo del año pasado a 18000 alumnos de cuarto de Primaria y 17500 jóvenes de segundo de ESO de todos los colegios públicos y concertados de la Comunidad Autónoma Vasca.
La evaluación, que puso en marcha en su día el antecesor de Celaá, Tontxu Campos (EA), no aporta grandes novedades a lo que ya se sabía. La importancia del estudio reside en que, por primera vez, la gran mayoría de los centros educativos vascos cuentan con datos que les permitirán desarrollar desde dentro un proceso de mejora en la formación que imparten. «Se pretende introducir en todos los centros escolares la cultura de la evaluación, de la reflexión y del análisis sobre los propios resultados», explicó ayer Celaá.
Además de los porcentajes obligados en este tipo de estudios, la evaluación diagnóstica sirve para revelar, como dijo la consejera, que «no todo es puro determinismo socio-económico». Los autores del informe han tenido en cuenta el llamado Indice Social Económico y Cultural (ISEC) de cada centro, es decir, el nivel social de los alumnos y alumnas. Como es lógico, los colegios con este nivel más elevado obtienen mejores resultados académicos que los centros escolares considerados coloquialmente como más pobres.
Pero no sucede siempre así. El estudio ha abierto una puerta a la esperanza que el Departamento de Educación pretende atravesar. Durante su intervención en el Parlamento Vasco, Celaá destacó que «hay centros muy por encima del nivel, digamos 'esperable' por sus características sociales, económicas y culturales que aportan un enorme valor añadido». Son colegios que pese a sus dificultades, añadió la consejera, «tienen capacidad para proporcionar a sus alumnos posibilidades de desarrollarse en una media superior a la previsible por el entorno en el que están situados, así como para organizarse de modo que las posibilidades de desarrollo lleguen a todo el mundo por igual».
El nombre de estos colegios no ha sido dado a conocer ya que Educación ha evitado establecer una clasificación de «los mejores y los peores», y ha garantizado la confidencialidad de todos los resultados. Alrededor del 80% de los centros que han participado en la evaluación ha obtenido la puntuación esperada. El resto ha estado por debajo o por encima.
Y los que han superado las previsiones van a ser objeto de estudio por parte del departamento. «Estamos investigando los motivos del éxito», indicaron ayer a este periódico fuentes de la consejería, que espera aplicar en el futuro sus conclusiones al sistema educativo.
En la evaluación han participado 518 centros de Primaria y 335 de ESO. Sus alumnos han contestado a pruebas sobre cuatro competencias: Matemáticas, comunicación lingüística en euskera, comunicación lingüística en castellano y Ciencia, Tecnología y Salud. En función de los resultados, se otorga a los evaluados un nivel inicial, medio o avanzado. El hecho de que sea el primer estudio de este tipo que se realiza en Euskadi impide que existan elementos de comparación. Lo que tiene el departamento es una foto fija del estado actual del sistema.
Celaá reveló esa foto con datos de cuarto de Primaria, muy similares a los logrados entre los alumnos de segundo de ESO. En materia de comunicación lingüística en castellano, el 17,9% de los alumnos se queda en el nivel inicial, el 55,1% alcanza el medio, y el 27,1% se sitúa en el avanzado. En el caso del euskera, el 32,9% tiene un nivel inicial, el 36,6% un grado medio, y el 30,5% avanzado.
La media en capacitación lingüística en euskera la superan el 38,5% de los estudiantes en modelo D (íntegramente en euskera), el 22,3% de los del B, y sólo un 2,6% de los de modelo A. Dentro de este último modelo, el 85,3% de los alumnos se queda en el nivel inicial del conocimiento del euskera.
En el área de Matemáticas, el 35,8% de los alumnos está en el nivel avanzado, el 49,5% en el medio, y el 14,7% en el inicial. Por su parte, en Ciencias, Tecnología y Salud , el 30,4% se encuentra en una etapa avanzada, el 52,6% en la media, y el 17% en la inicial.
Un dato que tampoco ha sorprendido a los autores de la evaluación es que los rendimientos de las chicas son superiores a los de los chicos en las dos competencias lingüísticas evaluadas, así como en la científica, mientras que en matemáticas los chicos ofrecen mejores resultados.
El próximo lunes comenzará la evaluación correspondiente a este curso. A los ya conocidos euskera, castellano y matemáticas se le sumará en esta ocasión la competencia social y ciudadana.
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