Después de comparar el desempeño en matemáticas de niñas -entre 14 y 16 años- de 69 países, un estudio detectó que las naciones donde hay mayor equidad de género logran que los resultados de las mujeres en esta materia se equiparen a los de los hombres.
Más mujeres en el Parlamento, más dedicadas a la ciencia y paridad con los hombres en las matrículas de los colegios fueron los indicadores que se utilizaron para medir la equidad de género de los países.
El estudio fue realizado por tres investigadoras estadounidenses de las universidades de Villanova, Wisconsin y California, que tomaron los resultados de Pisa y de Timss 2003 .
Las investigadoras explican que los estereotipos que existen sobre las capacidades de las mujeres generan distintos niveles de confianza en sí mismas y ansiedad en las niñas.
Si las estudiantes perciben que las capacidades de las mujeres son similares a las de los hombres, y los logros también, aumentan su auto-confianza y su ansiedad al momento de enfrentarse a las matemáticas.
Esto explica que los países donde hay mayor equidad de género, el rendimiento global de las niñas sea parecido al de los niños.
El estudio concluye que las políticas referentes al currículum y a prácticas pedagógicas efectivamente pueden mejorar al aprendizaje y el desempeño de las niñas en matemáticas. Sin embargo, un gran desafío es enfocarse también en la equidad de género para tener mejores resultados.
El estudio fue realizado por tres investigadoras estadounidenses de las universidades de Villanova, Wisconsin y California, que tomaron los resultados de Pisa y de Timss 2003 .
Las investigadoras explican que los estereotipos que existen sobre las capacidades de las mujeres generan distintos niveles de confianza en sí mismas y ansiedad en las niñas.
Si las estudiantes perciben que las capacidades de las mujeres son similares a las de los hombres, y los logros también, aumentan su auto-confianza y su ansiedad al momento de enfrentarse a las matemáticas.
Esto explica que los países donde hay mayor equidad de género, el rendimiento global de las niñas sea parecido al de los niños.
El estudio concluye que las políticas referentes al currículum y a prácticas pedagógicas efectivamente pueden mejorar al aprendizaje y el desempeño de las niñas en matemáticas. Sin embargo, un gran desafío es enfocarse también en la equidad de género para tener mejores resultados.
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