El astrónomo, matemático y físico Galileo Galilei, quien nació el 15 de febrero de 1564, en Pisa, Italia, destacó por aceptar y promover la teoría copernicana del universo, que describe el movimiento de la tierra en torno al sol y no al contrario, lo que provocó el rechazo de la Iglesia, quien lo consideró "peligroso para la fe".
En el libro "The Eart Moves: Galileo and the Roman Inquisition", publicado en el 2009, Dan Hofstadter habla de los logros que el científico italiano dio a la humanidad como el telescopio, instrumento que revolucionó la forma de estudiar y admirar el espacio, y que a la postre sirvió para cambiar el pensamiento del hombre.
Derivado del uso de esta herramienta, la dicotomía entre religión y ciencia generó un problema de apreciación, comprensión y visión; tal como sucedió en 1616 cuando el astrónomo expresó que entre ambos pensamientos debiera existir absoluta independencia.
Tergiversadas estas palabras, la Iglesia calificó al también físico de "peligroso para la fe", por lo cual, y aunada a la contradicción que esta institución sostenía como verdadera, fue juzgado como hereje en 1633 y obligado a retractarse.
Pese a ello, los ministros actuales del Vaticano han replanteado las injurias que sus antecesores cometieron contra este personaje. En el 2008 el papa Benedicto XVI recalcó que "él y otros científicos han ayudado a los fieles a comprender mejor y contemplar con gratitud los trabajos del Señor". Así, la Santa Sede dejó de considerarlo un contrincante de sus ideas, y lo ha concebido como un "patrón del diálogo entre la fe y la razón".
Con una formación netamente científica, no obstante que estudió medicina, Galileo Galilei expresó la atracción que sentía sobre otros estudiosos del universo y la física, Bacon, Kepler Arquímedes, Pitágoras y Copérnico; marcaron su tendencia de aprendizaje.
Su paso por la Universidad de Pisa en 1581 no fue afortunado, pues nunca se consideró un fiel seguidor de las enseñanzas de Hipócrates. Las matemáticas se convirtieron en su mayor estímulo, en el origen de su primer invento, una balanza hidrostática, y, momentáneamente, en su forma de vida.
En 1589 consiguió una plaza en el Estudio de Pisa donde comenzó a escribir un texto sobre el movimiento, en el que criticó las explicaciones aristotélicas de la caída de los cuerpos y el movimiento de los proyectiles, hecho que descubrió cuando desde lo alto del Campanile lanzó objetos de distintos pesos.
Después de atravesar momentos de austeridad y complicaciones económicas, durante la cual procreó tres hijos, impartió clases particulares, y en 1606 fabricó un procedimiento mecánico de cálculo que expuso en su primera obra impresa: "Le operazioni del compasso geometrico e militare", ello le generó algunos ingresos.
La invención del anteojo llevó al matemático a querer perfeccionarlo y a raíz de eso, en 1610 surgió el telescopio que permitió observar los detalles mínimos de los cuerpos celestes, como los cráteres de la luna. Con esto afianzó la teoría de Copérnico: la tierra no es el centro del universo.
Posterior a su descubrimiento, redactó el "Sidereus Nuncius" (Mensajero sideral), dirigido al duque de Toscana, Cósimo II de Medicis, por lo que el mismo autor es reconocido como matemático y filósofo de la corte de Toscana, retribuyéndole una cátedra en Pisa sin obligaciones docentes.
La confrontación entre los preceptos eclesiásticos y los científicos comenzaron en 1613, cuando se publicó la "Istoria e dimostrazione interno alle macchie solari" en la que refutó la interpretación de Christof Scheiner, jesuita alemán, quien incubó la conjetura de que las manchas solares eran un fenómeno extrasolar.
En 1618, los problemas se agravaron con el texto de Orazio Grassi "Il Saggiatore" que versó reflexiones entre el método científico y la naturaleza. Esto animó al matemático a redactar sobre la idea copernicana "Dialogo sopra i due massimi sistemi del mono, tolemaitico e copernicano", que objetaba los viejos teoremas de astronomía de Salviati, lo que le significó condena perpetua en 1633.
"Discorsi e dimostrazioni matematiche intorno a due nueve scienze", fue la mayor de sus obras que publicó respecto a la estructura y resistencia de los materiales, con lo que sentó las bases físicas y matemáticas para analizar el movimiento, mismas que servirían a la siguiente generación de científicos, entre ellos Newton.
Mermado físicamente por la artritis y la ceguera, además de la aflicción moral, Galileo Galilei falleció el 8 de enero de 1642 en Arcetri, Italia.
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