La Universidad hace números y encara el nuevo curso con entusiasmo. Éste será el primer año del Plan Bolonia que sale con diez títulos adaptados de los 54 que engordan la oferta total y la intención de la Universidad de Cádiz (UCA) es no perder ninguna carrera. En los últimos años el número de alumnos ha rondado los 17000 y se ha mantenido constante -desde 2005 el aumento no ha llegado a los cincuenta-, pero para los responsables universitarios el dato supone más una fortaleza que una debilidad.
Al menos así lo considera el director general de Acceso y Orientación, Eduardo González Mazo, que conoce de primera mano la situación real de las plazas de cada centro. Con el proceso abierto y la inscripción de los que se han presentado a la Selectividad de septiembre pendiente, las matriculaciones de nuevo ingreso ya superan las 3000. La cifra sorprende a los responsables universitarios y hace prever un aumento para este curso. González Mazo insiste en que «mantener el nivel de demanda cuando hay menos alumnos es todo un éxito». Durante los últimos cinco cursos se ha producido un descenso de aspirantes que se presentan a Selectividad, lo que repercute en las matriculaciones, pero la UCA da la talla. Ya se han cerrado los cupos de Medicina, Enfermería y Fisioterapia. También se han completado todas las especialidades de Magisterio, excepto Musical, pero aún quedan vacantes en el centro adscrito de La Línea. Las demás siguen siendo una posibilidad en septiembre.
«Los grados han tenido muy buena acogida», explica el director general de la UCA. Matemáticas es una de las carreras que comienzan este año la reforma y apenas quedan tres plazas de las 50 ofertadas para la segunda fase. «Se va a llenar con toda seguridad», asegura González Mazo y coincide con el decano de la Facultad de Ciencias, Manuel García, cuando asegura que «no es lo habitual». Tras años de estrechamiento del alumnado, las titulaciones clásicas de ciencias recuperan demanda. El profesor García atribuye el cambio a una ampliación de las salidas laborales. «Hace un tiempo el que terminaba Matemáticas o Química hacía el CAP y se dedicaba a dar clases, ahora son reclamados por empresas para desempeñar otras profesiones».
Donde se han visto cambios es en las Ingenierías. La fiebre por la Informática lleva enfriándose algunos cursos y comienza a equilibrarse la balanza hacia el lado de la Mecánica, que ya roza lleno, según los datos del director de Acceso. Los títulos orientados al medio marino son los que gozan de más popularidad en la institución gaditana -de esta especialidad cuenta con siete-. La rama industrial también gana alumnos que aspiran a conseguir empleo en el sector aeronáutico, lo que ha llevado a la UCA a solicitar un título específico para el que esperan contar con la autorización antes de que termine el año.
Lo que se ha convertido en un clásico es la pérdida de estudiantes en Filosofía y Letras. A pesar de la nutrida oferta de la UCA, la falta de salidas profesionales dejan fuera a estas titulaciones de la preinscripción. En los últimos cinco años se ha perdido un tercio del alumnado, lo que supone un descenso de 300 plazas.
El problema es generalizado y la Universidad confía en los nuevos planes para invertir la estadística. Las matriculaciones también han sido pocas este año y van en sintonía con las de cursos anteriores.
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