Creatividad y razonamiento para hacer de las matemáticas una materia divertida y fomentar su aprendizaje. Es la Olimpiada Matemática, una competición escolar que saca las ‘mates’ de clase. Ayer, el colegio Río Tajo acogió la segunda fase.
Tienen entre 13 y 15 años y una nota media en matemáticas entre 9 y 10. Son los mejores de la provincia en el arte de los números, el cálculo y la lógica y ayer se presentaron a las pruebas de la segunda fase de la XII Olimpiada Matemática, celebrada en el colegio Río Tajo (Centro de Profesores) de la capital. A Sofía, 13 años, estudiante en el IES de Pastrana, se lo recomendó su profesora. Alumna de sobresaliente –de 10–, está convencida de que puede pasar. “Este año no ha sido tan difícil”, dice.
Este es uno de los problemas que tuvieron que resolver en la primera fase los estudiantes de segundo ciclo (3º y 4º Primaria): “Si haces la división de 1 entre 52000, ¿cuál será el último dígito del cociente?”.
Los participantes consultados, tras pasar las dos primeras pruebas de la mañana –aún les quedaban otras dos–, comentaron que el ‘examen’ fue difícil pero sólo a medias. “Un ejercicio ha sido difícil y el otro, fácil”, afirma Paula, de 14 años, estudiante del Instituto de Pastrana. Son “problemas de inteligencia siempre relacionados con el cálculo”, explica Jesús, a su lado. Ambos pertenecen al grupo de 191 alumnos y alumnas de la provincia que se presentaron a esta segunda fase. En total, comenzaron esta aventura casi 780, “porque algunos se apuntaron a última hora”, señala Oscar Blanco, profesor de Matemáticas y uno de los miembros del Comité Organizativo de la XII Olimpiada Matemática. “La participación ha aumentado en esta edición”, corroboró ayer la delegada de Educación, Reyes Estévez, que acudió a la XII Olimpiada Matemática. Se han implicado “36 centros de los 37 que pueden hacerlo”. El incremento de participación en los últimos tres años ha sido de un 52%.
Se trata de “fomentar el estudio de las matemáticas” a través de la “creatividad y el razonamiento”, afirmó Estévez, y no reducirlo a un mero ejercicio de memorización. Por eso, en estos exámenes “las matemáticas están encubiertas”.“Está bien para ejercitar la memoria”, admite Jesús, que se ha presentado por tercera vez a las Olimpiadas y “nunca” ha pasado “de aquí”, pese a tener una nota media de 10.
La Olimpiada Matemática es una cita clásica en el calendario escolar, “una iniciativa popular”, remarcó la delegada, que “saca las matemáticas de las clases y aumenta el prestigio educativo”. “Son pruebas necesarias”, asiente Paula, de 14 años, porque “aprendes más”.
Con los ejercicios se valora, sobre todo, el camino que ha seguido el alumno o alumna hasta llegar a la solución del problema. De hecho, en el propio examen, un pequeño texto recuerda que “tan importante es la solución de un problema como la forma de llegar a ella. Debéis explicar lo mejor posible cómo habéis conseguido la solución y las ideas que se os han ocurrido e intentar justificar los procedimientos que habéis utilizado”.
Hay "mucha competencia". En eso coinciden los alumnos consultados. Por eso, ninguno cree que estará en la final, que se ha fijado para finales de junio. “A nivel autónomo hemos ganado con un alumno del IES Buero Vallejo”, cuenta Oscar Blanco, organizador.
La ceremonia de entrega de premios será el 12 de mayo, coincidiendo con el Día Escolar de las Matemáticas. Entre los galardones se incluye este año una curiosa novedad. La resolución más ingeniosa tendrá también galardón. La iniciativa es un homenaje al profesor del IES Brianda de Mendoza, Juan Pérez Mora, fallecido recientemente.
A finales de junio, y quizás con alumnos guadalajareños, los mejores se medirán en Galicia en la prueba final. Guadalajara contó con un representante en la fase nacional de 2009, en la XLV Olimpiada Matemática Española (OME), celebrada en Gerona. Iván Rasskin, del instituto Luis de Lucena tuvo que resolver seis problemas en dos sesiones de tres horas y media cada una.
Pero esta prueba también salta fronteras. Existe una Olimpiada Internacional, que suele celebrarse a mediados de julio y consta de dos pruebas escritas de cuatro horas y media de duración cada una, tiempo en el que los concursantes han de resolver seis problemas propuestos por un tribunal.
También los pequeños, de 5º y 6º de Primaria, tienen su propia Olimpiada mini. Superada la fase de los centros educativos, el próximo 7 de abril los tres mejores representantes de cada centro volverán al colegio Río Tajo de Guadalajara para participar en la segunda fase de la Mini Olimpiada, de la que saldrán diez alumnos.
La tercera fase, de carácter provincial, coincidirá con la VII Jornada Matemática. Ambas serán en Sigüenza el 7 de mayo.
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