Las familias que presionan en la escuela logran reducir el fracaso escolar

Las familias que presionan en la escuela para que los alumnos obtengan buenos resultados académicos logran reducir el riesgo de fracaso escolar respecto a si ninguna familia reclamara, según el Informe sobre el riesgo de fracaso escolar del Consejo del Trabajo Económico y Social de Catalunya (Ctesc), en España, recogido por Europa Press.

El riesgo de fracaso escolar se ve reducido si algunos padres presionan --moderadamente-- en el centro para mejorar los resultados de los alumnos, variable que señala la "necesaria" colaboración entre los padres y las madres y los colegios.

No obstante, no es significativa una alta presión de los progenitores sobre el centro, lo que puede reflejar la existencia de condiciones extremas --muy buenas o muy malas-- respecto al rendimiento académico.

En conclusión, "cierta presión parece conveniente para mejorar la atención del centro hacia el rendimiento académico del alumnado", concluye el informe.

Los datos señalan que la mayoría de los alumnos que se encuentran en la franja baja de competencias en ciencias, matemáticas y lectura, son aquellos de familias que casi nunca presionan en la escuela por los resultados de sus hijos.

Dentro del nivel bajo, el 17,8% de los peores alumnos en ciencias pertenecen a familias que nunca presionan frente al 12,9% de alumnos de la franja baja, cuyas familias constantemente presionan.

En el caso de los peores alumnos y alumnas en matemáticas, el 20,5% tienen padres que no reclaman, mientras que el 14,2% piden revisar los resultados; un porcentaje parecido se da en las competencias de lectura, que en el 20,3% de los peores alumnos se encuentran detrás familias que no presionan --el 17,8% sí--.

También se desprende del Informe, que casi la mitad de los alumnos --el 45,4%-- estudia en colegios donde los padres no presionan para que sus hijos obtengan resultados altos, mientras que el 37,8% de los estudiantes va a centros donde algunos padres sí presionan.

Es minoritario el porcentaje de alumnos --16,8%-- que asisten a colegios en los que hay muchos padres y madres que presionan constantemente en relación con los resultados académicos.