- Es la autora del primer libro de Criptografía en castellano ¿Qué es esa rama de la Ciencia? Porque suena como a… fallecidos
(Risas) “No eres la única. En un centro comercial, mis libros estaban expuestos en la sección de parapsicología y esas cosas… Es la ciencia que estudia la protección y el secreto de la información. Antes solo la aplicaban los militares y los gobiernos, pero ahora, la aplicamos todos. Cada vez que utilizamos internet un cajero automático o hablamos por un teléfono móvil. Todo es gracias a que las comunicaciones están protegidas porque si no, estaríamos perdidos”.
- ¿Cómo le dio por las matemáticas?
“En el instituto era muy buena estudiante, pero tuve dos profesoras de matemáticas muy buenas, de esas que te enganchan. Estuve dudando. De hecho, salí de mi casa con la idea de matricularme en Medicina y cuando volví le dije a mi madre, me matriculé en Matemáticas, lo que significaba irse venirse de Las Palmas a Tenerife, y nunca regresé. Lo tenía muy claro, era vocación. Desde que estaba en quinto de carrera cayó en mis manos el único libro de Criptografía que había en la facultad, lo abrí, lo leí y dije.. esto es lo mío, tengo que quedarme en la universidad investigando esto.. Y así fue”.
- Y ahora lidera un grupo de Investigación internacional
“Sí, el grupo que lidero lleva por nombre CryptULL. Es un grupo que no solo cuenta con gente de la ULL y de la Ulpgc sino también de universidades de Madrid, Málaga y Salamanca. Para el próximo proyecto, que empieza en enero, ya he fichado a un americano”.
- Y gracias a ustedes dentro de poco nuestro móvil nos avisará de las retenciones en carretera o, incluso, de los aparcamientos libres.
“Sí, nos han comprado la patente del proyecto Vaipho, (de vanet in phones). Consiste en un asistente a la conducción que detecta eventos en tiempo real”.
- ¿Qué tal se combina ser mujer con una importante carrera investigadora?
“Yo lo he llevado bien gracias al apoyo de la pareja y la familia en general, que es fundamental”.
- Ha sido la única decana hasta ahora de Matemáticas de la ULL ¿Cree que ser mujer sigue siendo un impedimento?
“Rotundamente, sí. La situación de la mujer en la universidad es muy desigual. Por un lado empiezan más y son mejores estudiantes, pero a medida que van progresando en la carrera universitaria hay menos catedráticas, doctoras y profesoras titulares que hombres. Con los mismos estudios, las mujeres ocupan los puestos más bajos y los hombres los más altos. Es sospechoso que en España no haya ni una mujer catedrática de Ginecología ni de Pediatría. Aún existen 20 áreas del conocimiento en las que no hay ninguna catedrática mujer”.
- Y ¿por qué?
“Las evaluaciones no son anónimas y la condición femenina influye. El año pasado sugerí a la directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio, Inés Sanchez de Madariaga, que las evaluaciones de profesores fueran totalmente anónimas por parte de los evaluados para acceder a puestos superiores. Antes se decía que aún no habían pasado los años suficientes para que las mujeres pudieran conseguir el nivel curricular para ser catedráticas, pero está claro que no es así porque ya han pasado suficientes años y siguen sin acceder. Esto me llama poderosamente la atención”.
- Después de más de 20 años de cálculos ¿ha dado ya con la fórmula del éxito?
“Sí, como dijo Tomas Jefferson creo en la suerte, cuanto más trabajo, más suerte tengo (risas). Es decir, la clave está en trabajar, trabajar y trabajar…”
- Y gracias a ustedes dentro de poco nuestro móvil nos avisará de las retenciones en carretera o, incluso, de los aparcamientos libres.
“Sí, nos han comprado la patente del proyecto Vaipho, (de vanet in phones). Consiste en un asistente a la conducción que detecta eventos en tiempo real”.
- ¿Qué tal se combina ser mujer con una importante carrera investigadora?
“Yo lo he llevado bien gracias al apoyo de la pareja y la familia en general, que es fundamental”.
- Ha sido la única decana hasta ahora de Matemáticas de la ULL ¿Cree que ser mujer sigue siendo un impedimento?
“Rotundamente, sí. La situación de la mujer en la universidad es muy desigual. Por un lado empiezan más y son mejores estudiantes, pero a medida que van progresando en la carrera universitaria hay menos catedráticas, doctoras y profesoras titulares que hombres. Con los mismos estudios, las mujeres ocupan los puestos más bajos y los hombres los más altos. Es sospechoso que en España no haya ni una mujer catedrática de Ginecología ni de Pediatría. Aún existen 20 áreas del conocimiento en las que no hay ninguna catedrática mujer”.
- Y ¿por qué?
“Las evaluaciones no son anónimas y la condición femenina influye. El año pasado sugerí a la directora de la Unidad de Mujeres y Ciencia del Ministerio, Inés Sanchez de Madariaga, que las evaluaciones de profesores fueran totalmente anónimas por parte de los evaluados para acceder a puestos superiores. Antes se decía que aún no habían pasado los años suficientes para que las mujeres pudieran conseguir el nivel curricular para ser catedráticas, pero está claro que no es así porque ya han pasado suficientes años y siguen sin acceder. Esto me llama poderosamente la atención”.
- Después de más de 20 años de cálculos ¿ha dado ya con la fórmula del éxito?
“Sí, como dijo Tomas Jefferson creo en la suerte, cuanto más trabajo, más suerte tengo (risas). Es decir, la clave está en trabajar, trabajar y trabajar…”
No hay comentarios:
Publicar un comentario